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NUEVO ACUERDO ENTRE INVAP Y EL MINISTERIO DE DEFENSA
El convenio, firmado el 10 de marzo, se enmarca dentro del proyecto SARA (Sistema Aéreo Robótico Argentino), establecido en noviembre de 2010 a través de la Resolución Nº 1.484 del Ministerio de Defensa, y prevé “una inversión de más de 2.000 millones de pesos en un plazo de 6 años para el desarrollo y la construcción de un sistema de Prototipo Operativo Clase II y otro de Clase III”, señalaron desde el sitio web de INVAP.
El propósito de esta iniciativa es profundizar el control y la vigilancia de los grandes espacios aéreos del país, en zonas de frontera y los límites del Mar Argentino. Para eso, INVAP será la encargada de diseñar y desarrollar aeronaves no transportables “de Clase II (hasta 50 kilos de carga útil, 12 horas de autonomía y hasta 150 kilómetros de alcance) y de Clase III (hasta 250 kilos de carga útil, 20 horas de autonomía y hasta 1.200 kilómetros de alcance), además del desarrollo del paquete de tecnologías habilitantes para el diseño de un blanco aéreo de alta velocidad”, precisaron desde la agencia de noticias Télam. Por otra parte, el programa “integrará desarrollos tecnológicos de Fabricaciones Militares, el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef), la Fábrica Argentina de Aviones ‘Brigadier San Martín’ (Fadea) y el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba, además de incluir como proveedoras a varias empresas tecnológicas nacionales”.
El convenio, publicado en el Boletín Oficial a través de la Decisión Administrativa 1/2015 –y disponible en la web www.boletinoficial.gov.ar-, resalta la importancia del proyecto: “El desarrollo tecnológico es uno de los objetivos del Gobierno de la REPÚBLICA ARGENTINA, en tanto considera que hace a la Defensa y la Seguridad de la República el encarar y ejecutar proyectos de equipos, sistemas y tecnologías aplicadas a operaciones y actividades que desarrollan las Fuerzas Armadas”, al tiempo que señala que “resulta de interés del ESTADO NACIONAL el desarrollo de la industria de alta tecnología que permitirá el abastecimiento no sólo del mercado local sino también la apertura de nuevos mercados para la exportación de productos de alto valor agregado”.
La denominación formal del Proyecto es “SISTEMA AÉREO ROBÓTICO ARGENTINO (SARA”) y comprenderá un Prototipo Operativo Clase II, Clase III y Tecnologías Habilitantes para Blanco Aéreo de Alta Velocidad, disponiéndose como necesidad el mejoramiento y progreso del Sistema de Defensa Nacional.
Por su parte, en el portal web de la Dirección Nacional de Fabricaciones Militares se destacó que “el Polo Industrial-Tecnológico para la Defensa, a través de Fabricaciones Militares y la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), cumple un rol fundamental en la concreción de esta política estratégica que posiciona al país en una industria de alta complejidad y gran proyección internacional”.
“La primera fase del proyecto, encomendada a INVAP, contempla la ingeniería de requerimientos funcionales y no funcionales de los sistemas y subsistemas, la definición de la solución técnica en materia de diseño (ingeniería básica) y la ingeniería de detalle, que incluye la generación de prototipos MET -Modelos de Evaluación Tecnológica- para las pruebas de factibilidad y suficiencia de las tecnologías aplicadas”, se indicó también desde Fabricaciones Militares.
La misma institución detalló asimismo que ”la segunda etapa sienta las bases de la transferencia tecnológica completa a Fabricaciones Militares y FAdeA, dueños de la propiedad intelectual, know-how, ingeniería y comercialización de los productos. El desarrollo de las líneas de producción y la fabricación en serie de los elementos respectivos a los VANT Clase II y III quedarán en manos de la empresa aeronáutica cordobesa mientras que FM será responsable de lo propio con los elementos correspondientes a la tecnología habilitantes para el Blanco Aéreo”.
Precisiones técnicas
Los VANT Clase II utilizarán un motor a pistón de desarrollo nacional y los de Clase III serán bimotores y utilizarán una motorización turbohélice, a la vez que ambos serán construidos utilizando materiales compuestos. Los primeros cumplirán tareas de vigilancia en zonas de frontera e incorporarán una plataforma de sensores electroópticos ya desarrollada por el INVAP para la Armada Argentina en el marco del proyecto SADI (Sistema de Adquisición de Imágenes); los de la clase III, en tanto, añaden la posibilidad de operar más allá del alcance de su estación de control terrena, a través de enlaces satelitales o utilizando otros VANT de la misma clase como retransmisores. Además cargarán radares que le permitirán cumplir con sus tareas primarias, en la vigilancia de los límites del Mar Argentino y como complemento de los radares 3D que se están fabricando en nuestro país, monitoreando los “conos de sombra” producidos por la propia curvatura de la tierra.
Respecto del desarrollo del paquete de tecnologías habilitantes para el diseño de un blanco aéreo de alta velocidad (BAAV), destinado al entrenamiento de las Fuerzas Armadas, el contrato establece el requerimiento de un motor que alcance los 900 kilómetros por hora, que sea reutilizable al menos en 20 ocasiones y que este acondicionado para operar en ambientes navales. El BAAV además deberá poder ser programado y reprogramado en vuelo, y tener la capacidad de retornar al punto de origen o abortar su vuelo en caso de perder comunicación o sufrir alguna falla en el sistema de control.
Fuente: Télam – Dirección Nacional de Fabricaciones Militares
Reflexiones sobre el proyecto
A continuación se detallan los comentarios que autoridades participantes brindaron a Télam:
-Tulio Calderón, gerente General de Fadea: “Para la Argentina este proyecto significa el desarrollo propio de un sistema de tecnologías de avanzada. En este punto el salto tecnológico va a ser tan fundamental como lo es el avance en materia satelital”. “Todos estos robots pueden actuar de manera coordinada con la base en tierra y entre sí, compartiendo la información que recaban y retransmitiéndose órdenes de uno a otro”.
“Esta primera etapa fijó como requerimientos las tareas de vigilancia, reconocimiento, adquisición de blancos, búsqueda y rescate, entrenamiento, recolección de datos científicos y enlace de datos. No se ha incluido el ataque entre las misiones requeridas en esta fase del proyecto”.
“Fadea va a ser parte fundamental de este proyecto, de la misma manera que ahora ya estamos trabajando en la certificación de los VANT clase I (hasta 5 kilos de carga útil, 1 hora de autonomía), Lipán y P35, desarrollados por el Ejército Argentino y que comenzarán a producirse en serie en la provincia de Córdoba”.
-Hugo Albani, subgerente general de INVAP: “Esta iniciativa tiene un valor muy grande, es un proyecto de seis años y con una capacidad de derrame muy grande, en definitiva implica mucho trabajo para proveedores nacionales que es donde INVAP centra siempre su capacidad de hacer cosas utilizando la capacidad instalada que el país tiene en esta materia”.
“En este caso en particular, a toda esa tarea que INVAP a diario ejerce desde sus 40 años en lo que es el desarrollo de proveedores locales, ahora se suma la participación de las Fuerzas Armadas, como el caso de Fabricaciones Militares, Citedef, Fadea y el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba, que van a sumarse a toda esta iniciativa y van a ser parte fundamental en el desarrollo particularmente del Proyecto SARA”.
-Santiago Rodríguez, secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa: “Cuando el proyecto SARA finalice su etapa de investigación y desarrollo, toda la ingeniería y los conocimientos tecnológicos necesarios para la producción de las clases II y III van a ser transferidos a Fadea, mientras que los conocimientos requeridos para el BAAV van a ser transferidos a Fabricaciones Militares, y serán ambas empresas estatales las responsables de su producción, integrando como proveedoras a muchas empresas PyMEs tecnológicas nacionales”.
“El proyecto SARA es posible porque en Argentina existe una base tecnológica y de conocimientos con una historia y experiencia muy importante, pero también porque en la base del proyecto está la decisión política de un proyecto de país que apuesta por el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la industria nacional”.