Ambiente
PNNH – Los salmónidos
EN EL PARQUE NACIONAL NAHUEL HUAPI. SU MANEJO.
Por Dr. Leonardo M. Buria
Delegación Regional Patagonia
Los salmónidos son un grupo de peces que comprende muchas especies originarias del hemisferio norte. Fueron introducidos en la Patagonia argentina a principios del siglo XX, por sugerencia del Perito Francisco P. Moreno con el objetivo de realzar el valor pesquero de los ambientes de Patagonia. Si bien se sembraron muchas especies, solo cuatro prosperaron ampliamente hasta el presente: la trucha arco iris, la trucha de arroyo, la trucha marrón y el salmón encerrado. Las primeras tres especies, al encontrar condiciones apropiadas para cumplir todas sus etapas del ciclo de vida, prosperaron y se dispersaron a través de casi todos los cuerpos de agua del Parque Nacional Nahuel Huapi. En cambio el salmón del Atlántico solo prosperó en la cuenca del río y lago Traful dentro del Parque.
El éxito del establecimiento de los salmónidos en estas tierras se debió fundamentalmente a la excelente calidad de las aguas y a la falta de depredadores naturales. De esta forma en estos ambientes se desarrollaron grandes poblaciones de salmónidos de excelente calidad para la pesca. Estas poblaciones de salmónidos por efectos de competencia y depredación han provocado alteraciones en las poblaciones de peces nativos. Por ejemplo en algunos ambientes como el lago Gutiérrez la llegada de los salmónidos produjo la desaparición de las percas nativas. Similarmente, en el Lago Nahuel Huapi los salmónidos han provocado una fuerte disminución del pejerrey patagónico.
También la interacción de los salmónidos con los restantes organismos acuáticos, produjo cambios en las redes alimentarias de los cuerpos de agua de la Patagonia. De esta forma, la llegada de los salmónidos produjo un importante efecto negativo en los ecosistemas acuáticos y en las poblaciones nativas de peces y otros organismos lo que seguramente ocasionó una considerable disminución de la diversidad genética.
Por lo expuesto al evaluar el estado actual de los salmónidos para su manejo, la Administración de Parques Nacionales como responsable de la conservación de la fauna y flora nativas, realiza balances entre los beneficios económicos para las comunidades locales y los efectos ambientales negativos de su presencia. De esta manera se aplican distintas estrategias en diferentes ambientes para armonizar la conservación de las aguas con el desarrollo local, vía el turismo asociado a la Pesca Deportiva. Así algunos ambientes donde es necesaria la protección absoluta de especies nativas únicas, se realizan proyectos de erradicación local de salmónidos. Estas acciones solo se desarrollan en algunos ambientes críticos para la conservación ya que resulta imposible pensar en una eliminación total de estas especies en todos los ambientes del Parque.
Otra herramienta de manejo de las poblaciones de salmónidos que utiliza la APN es la normativa de pesca deportiva. Con ella controla las poblaciones de estas especies promoviendo el cuidado del medio y la preservación del recurso pesquero. De esta manera, a través del manejo ordenando en los últimos años, este recurso ha permitido que algunos pobladores de los Parques hayan reconvertido parte de su actividad ganadera hacia actividades vinculadas con la pesca (ej. guías baqueanos). En algunos casos esto ha permitido reducciones de la ganadería en ciertas zonas del Parque con la consecuente mejora en la preservación del entorno terrestre y acuático.
Con el fin de acordar en conjunto el manejo de la pesca deportiva, la APN y las autoridades de pesca de las diferentes Provincias de la Patagonia se reúnen anualmente para elaborar un reglamento de pesca común. En este proceso se evalúan técnica y políticamente aportes y sugerencias de modificaciones al reglamento de entidades intermedias, centros de investigación, clubes de pesca, cámaras de turismo y pescadores aficionados. En el Reglamento de Pesca se listan una serie de recomendaciones y prácticas de bajo impacto dirigidas a la protección del entorno y de sitios tan frágiles como las riberas.
Seguir estas recomendaciones, además de todo lo normado en el reglamento de pesca, ayudará a mantener la calidad de la pesca y, sobre todo, a mantener lo más sano e inalterado posible los ambientes acuáticos y sus entornos en los Parques Nacionales y fuera de ellos.
En las aguas del Parque Nacional Nahuel Huapi viven además 6 especies de peces nativos que conviven en ríos y lagos con los salmónidos. Las especies de peces nativos del Parque son: el puyen grande, el puyen chico, el bagre aterciopelado, el bagre de los torrentes, el pejerrey patagónico y la perca o trucha criolla. Todas estas especies son consumidas, en mayor o menor medida, por los salmónidos.
Algunas Prácticas de Bajo Impacto recomendadas
al realizar actividades de pesca deportiva:
Cuando realizamos actividades asociadas al agua, es recomendable tener presente las siguientes precauciones:
- Acceder a sitios de pesca sólo por los senderos ya existentes, no pisar sitios frágiles como juncales, mallines, etc.
- No transitar con vehículos fuera del camino o del estacionamiento.
- Acampar sólo en lugares habilitados.
- Encender fuego sólo en lugares permitidos. Hacerlo pequeño, en fogones, usando sólo leña seca, fina y caída. La basura combustible (papel o restos orgánicos) puede quemarse; el resto debe regresarse (no enterrarla).
- En áreas sin baño ni letrina, enterrar los excrementos y papel higiénico en un pocito, a no menos de 60 metros del agua.
- No arrojar ningún elemento al agua ni líquido ni sólido.
- No usar jabones ni detergentes en los lagos, ríos y arroyos, limpiando la vajilla a más de 50 metros, llevando agua en un recipiente. No lavar vehículos en los cursos o cuerpos de agua o en sus orillas.
- No arrojar vísceras de pescado al agua (quemarlas o ponerlas con el resto de la basura).
- Embarcaciones a motor: evitar producir oleaje sobre las costas frágiles. No navegar en zonas poco profundas con la hélice del motor a menos de 30 cm. del fondo. En lagos pequeños y poco profundos, no producir turbulencia y reemplazar el uso de motores de 2 tiempos carburados por motores eléctricos, 4 tiempos o 2 tiempos de bajas emisiones. En lagos encajonados ir a la menor velocidad posible para evitar contaminación sonora.
- Evitar atravesar juncales y dañar la vegetación acuática con la embarcación o con flotadores.
- Consulte al Guardaparque más cercano si tiene dudas sobre como proceder en algún ambiente en particular.