Ciencia
Tormentas Solares
COMO SE COMPORTA EL SOL CUANDO EXPULSA ABRUPTAMENTE GRAN CANTIDAD DE MATERIAL MAGNETIZADO EN FORMA DE GRUMOS.
Sergio Dasso es investigador del CONICET, trabaja en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio y en el departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Sus investigaciones se refieren a los comportamientos del sol cuando expulsa abruptamente gran cantidad de material magnetizado en forma de grumos. Cuando estas ‘nubes magnéticas’ alcanzan la Tierra pueden debilitar nuestro escudo, y cuando este escudo se debilita una gran fracción de estas partículas nocivas ingresan al entorno de la Tierra y generan las denominadas Tormentas Geomagnéticas. Al respecto explicó detalles de sus trabajos a N&T.
¿Cuál es esa situación que usted estudia en el espacio y por qué?
Uno de los temas que actualmente investigo se vincula con la actividad electromagnética en el Sol y en el medio interplanetario. El Sol expulsa en forma continua una gran cantidad de masa (principalmente protones y electrones con gran energía) hacia el espacio exterior del sistema solar. Cuando estas partículas de gran energía logran ingresar al entorno terrestre, pueden ser nocivas para la vida y para las actuales tecnologías. Convenientemente para la humanidad, el escudo magnético que envuelve a la Tierra logra generalmente protegernos y ‘frena’ el ingreso de estas partículas nocivas a nuestro planeta.
Sin embargo, a veces el Sol se pone ‘como loco’ y expulsa abruptamente gran cantidad de material magnetizado en forma de grumos. Cuando estas ‘nubes magnéticas’ alcanzan la Tierra pueden debilitar nuestro escudo, y cuando este escudo se debilita una gran fracción de estas partículas nocivas ingresan al entorno de la Tierra y generan las denominadas Tormentas Geomagnéticas.
Estas tempestades desencadenan fuertes fluctuaciones del campo magnético terrestre y pueden producir daños en diversos sistemas tecnológicos modernos. Se pueden generar daños importantes en dispositivos electrónicos de satélites, por ejemplo en aquellos que administran telefonía celular o sistemas de posicionamiento global GPS. Varios de los satélites comerciales que están fotografiando campos en el mundo para determinar el precio de la soja en la bolsa de Nueva York, pueden también ser afectados. Pueden incrementarse las dosis de radiación recibidas por pasajeros de aviones que viajan a gran altitud o incluso puede haber daños a nivel de la Tierra, por ejemplo en tubos de grandes extensiones que transportan petróleos o gas; debido a las fluctuaciones magnéticas se generan corrientes espurias en estas grandes toberas, corrientes eléctricas inducidas que pueden aumentar los niveles típicos de corrosión del hierro de los que están hechos esos caños. Pero todo lo comentado previamente es simplemente una de las muchas razones para estudiar y comprender mejor al viento solar. A modo de ejemplo de simplemente una de las otras razones para estudiarlo, se puede mencionar que el viento solar que estudio es un túnel de viento natural que permite estudiar una gran variedad de los aspectos de la turbulencia, uno de los últimos temas de la física clásica aún no resueltos.
¿Cuál es su trabajo específico al respecto de estos sucesos?
Mi trabajo consiste en desarrollar investigaciones en ciencia básica asociada con estos fenómenos, como el estudio de procesos colectivos que ocurren durante la interacción entre las partículas y el campo electromagnético que están presentes en el viento solar. Mi interés principal radica en comprender mejor las leyes de la naturaleza y los procesos físicos básicos en este campo. Los progresos logrados también ayudan a mejorar sistemas de predicción del denominado clima espacial (sistemas que intentan anticipar como serán las condiciones del espacio en el entorno terrestre, una suerte de servicio meteorológico pero en el espacio). Estos sistemas involucran redes mundiales donde una gran cantidad de científicos de diversos países están involucrados.
¿En qué escenario se producen estos estudios?
Estas investigaciones están abordadas desde la física de los fluidos y el electromagnetismo; una gran contribución a los avances logrados proviene de experimentos que se hacen con satélites científicos que orbitan en el viento solar, fuera de la cobertura magnética de la tierra. A partir de estos laboratorios o experimentos que observan propiedades magnéticas y de las partículas en el viento solar uno logra aprender más y mejorar la predicción de estos fenómenos. Por ejemplo estos experimentos permiten comprender mejor las fuerzas que el viento solar ejerce sobre las ‘Nubes Magnéticas’, un aspecto crucial para poder predecir su aceleración y así el tiempo de tránsito desde su expulsión solar hasta su llegada a la Tierra.
¿Cómo se combinan estas tareas entre los científicos del mundo?
La investigación la desarrollamos en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio y en el departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, con colaboraciones nacionales e internacionales. En particular actualmente mantenemos intensas colaboraciones con co-legas de EEUU (Universidad de New Hampshire, Universidad de Delaware y Universidad de California), con colegas europeos (Observatorios de París en Francia, Max-Planck Institut für Sonnensystemforschung en Alemania y Mullard Space Science Laboratory en Reino Unido). Toda esta red de colabora-dores genera una retroalimentación natural, como naturalmente funciona la ciencia.
En el país, hay varios grupos (en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, La Plata, San Juan, etc.) que participan activamente en el desarrollo de proyectos de investigación básica en temas de física espacial.
¿Cómo se vinculan estas investigaciones con los satélites argentinos SAC?
En el país tenemos la serie de satélites SAC. Estos satélites están diseñados para orbitar en un entorno cercano a la Tierra. Actualmente la actividad espacial en Argentina involucra principalmente investigaciones climáticas, circulaciones oceánicas, detección de focos de alta temperatura (por ejemplo para prevenir la expansión de incendios u otras catástrofes), etc.