La Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) realizó el acto de premiación a investigadores e investigadoras que se destacaron por sus trayectorias y desarrollos entre los años 2020 y 2021. La convocatoria fue de manera presencial en el Auditorio C3 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (C.A.B.A.).
En ese marco, Ana María Llois, docente e investigadora de la Comisión Nacional de Energía Atómica, fue galardonada con el Premio Consagración en Física por sus aportes en el área de física de materia condensada. Su postulación fue impulsada por el rector de la UNSAM, Carlos Greco.
La Dra. Llois cuenta con una extensa trayectoria tanto en investigación en el área de la Física de Materia Condensada, con una producción de más de 120 publicaciones con alto impacto internacional, como en formación de recursos humanos a partir de su actividad como docente y su compromiso institucional con la educación superior a través del Instituto Sábato (CNEA-UNSAM).
Además, es impulsora y gestora de diversos proyectos y grupos de investigación de primer nivel, como el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (CNEA- CONICET). Ha tenido un gran protagonismo en el área de desarrollo y transferencia de tecnología, como responsable del proyecto COVID 19 del FONARSEC, que dio lugar a los barbijos Atom-Protect, una de las contribuciones más visibles de la ciencia argentina para combatir la pandemia.
Así mismo, su actitud proactiva la llevó a integrar actualmente el Consejo Económico y Social, iniciativa lanzada por el Gobierno Nacional para establecer políticas públicas de largo plazo para el desarrollo integral de la sociedad.
Por su parte, el físico teórico Gonzalo Torroba recibió el Premio Estímulo en Física “Dr. Mario Bunge” 2020. El Dr. Torroba es Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con lugar de trabajo permanente en la CNEA, Gerencia Física-División Partículas y Campos, en el Centro Atómico Bariloche.
Ha realizado importantes aportes en una variedad de áreas de investigación, resaltando la perspectiva interdisciplinaria a problemas diversos como los superconductores de altas temperaturas, la teoría de campos a temperaturas finitas y la evolución cosmológica. Se dedica al estudio de la naturaleza a escalas microscópicas, “donde aparece la mecánica cuántica y todas nuestras intuiciones cotidianas dejan de funcionar. En especial, trabajo en sistemas cuánticos que tienen muchos grados de libertad, que hemos aprendido a entender utilizando la ‘teoría cuántica de campos’”, resume el investigador.
Luego de graduarse de la carrera de Física en el Instituto Balseiro, continuó su formación en el exterior y regresó al país en 2014 para desempeñarse como investigador y docente en el Centro Atómico Bariloche.
En tanto el Premio a la Innovación Tecnológica 2020 fue para Alberto Martín Ghiselli, quien coordinó el proyecto ARAS (Antena Radar de Apertura Sintética) para la Misión SAOCOM y es uno de los principales responsables del equipo de trabajo que se conformó en el Centro Atómico Constituyentes de la CNEA.
El proyecto ARAS es un trabajo desarrollado íntegramente en la CNEA, que contó con la colaboración de aproximadamente 70 personas. “Creo que lo más importante es que se reconoce un esfuerzo de 20 años, en el que se comenzó desde cero y se desarrolló todo el conocimiento, los recursos humanos, la tecnología y las capacidades de fabricación y ensayo con los que hoy cuenta la CNEA para encarar proyectos de estas características”, comenta Ghiselli.
Este proyecto comprende la estructura, los mecanismos de despliegue y los módulos radiantes de la antena del Instrumento SAR (Radar de Apertura Sintética), necesarios para realizar las mediciones en las observaciones de la Tierra que llevarán a cabo los dos satélites del Proyecto SAOCOM de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Su desarrollo implica desde el diseño e ingeniería de innovación, hasta la fabricación y ensayos de un desarrollo de alto valor tecnológico, incluyendo investigación aplicada en el campo de los materiales y que también tiene aplicaciones en distintas ramas de la ingeniería, incluyendo el sector nuclear.
El proyecto de la Antena SAR es un desarrollo que lleva varios años, donde Horacio Quiróz, del Departamento de Reactores del Centro Atómico Constituyentes, aportó el concepto del diseño original adoptado, que la CONAE aprobó inmediatamente.
La relevancia de este proyecto radica en que los conocimientos y experiencias adquiridas en el desarrollo de la Antena SAR ya se aplican en otros proyectos y actividades de la CNEA. El exitoso lanzamiento de los satélites SAOCOM 1A y 1B y el despliegue de las Antenas SAR avalan la capacidad de la institución para suministrar productos innovadores en sectores de alta tecnología, generados por profesionales altamente capacitados -gracias a estas iniciativas- en las distintas tecnologías involucradas.