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Bioinsumos, una tecnología de complemento para el agro

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El boom de los bioinsumos y el rol de los microorganismos del suelo traen nuevos desafíos en materia de fertilidad.

La toma de consciencia y el reconocimiento de los efectos nocivos de los agroquímicos ha generado una corriente importante para el desarrollo de alternativas a los insumos agrícolas sintéticos. Los bioinsumos se posicionan, ya que son fertilizantes vivos que trabajan en una relación de simbiosis con las plantas.

El posible impacto de los bioinsumos en la soja

Las necesidades propias de la producción radican en producir al máximo, a partir del uso racional de los recursos naturales, sin afectar negativamente al ambiente. Este es el punto clave, ya que los bioinsumos comienzan a desempeñar un papel incipiente, pero a la vez importante y vigoroso, en el abordaje de estos desafíos sostenibles.

Un complemento para los fertilizantes

Los tratamientos a partir de bioinsumos pueden equipararse, e incluso superar, a los químicos que hoy ocupan el porcentaje mayor dentro de las aplicaciones agrícolas. Desde el INTA Oliveros, al analizar el caso de la soja, proponen una estrategia de complementación entre fertilizantes y bioinsumos. Esta recomendación surge al observar la brecha nutricional que se da en la soja, que está dada por la fertilidad del suelo en los lotes de producción. Ante esta alta demanda de nutrientes, se pueden presentar formas tradicionales de satisfacerla – fertilizante, rotación, cultivos de cobertura – o bien, recurrir a la utilización de bioinsumos.

Según las últimas investigaciones, los productos biológicos controlarán las plagas, enfermedades, malezas y fertilizarán cultivos. Esto implica una revolución en la agricultura moderna, al desencadenar mejoras en la salubridad, aumento en la calidad y rendimiento potencial de los cultivos.

Una tecnología que se utilizá cada vez más en agricultura

Los bioinsumos no son tecnologías nuevas. Se han utilizado en diversas formas desde el comienzo de la civilización humana. Los extractos de plantas fueron los primeros controladores biológicos utilizados. Actualmente, los bioinsumos participan con el 3 al 5% de los insumos utilizados globalmente en la agricultura.

Lo relevante es su tasa de crecimiento que muestra una tendencia positiva debido a la demanda de productos agrícolas libres de residuos o de etiqueta verde. A nivel mundial, el uso de este tipo de productos está aumentando constantemente, a razón de un 16% cada año, mientras que el incremento de los insumos químicos no supera el 5%. Así mismo, es importante destacar que los organismos de aprobación y control prometen procedimientos para que los registros sean más fáciles.

La estrategia del Win-Win

Todos los actores involucrados, en todos los niveles, se benefician en esta revolución. Los consumidores se aseguran que el alimento se cultiva de manera segura y sostenible. Los productores cuentan con nuevas herramientas tecnológicas para la producción agrícola, además de una nueva oportunidad de ingresos por los servicios sostenibles, tales como la captación o “secuestro” de carbono como un medio para combatir el cambio climático. En la industria aparece un gran nuevo mercado, que garantizará un flujo creciente, sostenible y competitivo de productos biológicos.

Una política sustentable: CABUA y CABIO

Hace apenas siete años se conformó el Comité Asesor en Bioinsumos de Uso Agropecuario (CABUA), y poco después se fundó la Cámara Argentina de Bioinsumos (CABIO). Estas instituciones favorecen el marco para el desarrollo, divulgación y regulación de estas tecnologías, como así también propician alianzas entre las empresas del sector para pensar una agenda común.

Entonces, uno de los principales obstáculos para promover la alternativa de los bioinsumos es la falta de conocimiento de los mismos por los usuarios de los productos por síntesis. Por ello, las medidas de promoción para estas tecnologías todavía deben fortalecerse. Ante esta falta de regulación y legislación, no se pueden todavía suplantar productos o insumos por otros, sino que se recomienda su complementariedad, en un manejo responsable y sustentable del sistema.

Ejemplos y tipos de bioinsumos

El uso de bioinsumos a nivel mundial está aumentando un 16% cada año.

Ejemplos y tipos de Bioinsumos

Los tipos de bioinsumos según el uso que se le da en la agricultura son bioestimulantes, biofertilizantes, bioplaguicidas, biocontroladores, bioestabilizadores y bioinoculantes.

Algunos ejemplos de bioinsumos que se utilizan en el agro:

  • Microorganismos: hongos, bacterias y virus. Por ejemplo, granulovirus, bacillus thuringiensis, etc.
  • Macroorganismos: antrópodos benéficos.
  • Extractos de plantas, aceites esenciales o partes vegetales: extractos biológicos y plaguicidas de origen botánico. Por ejemplo, aceite de Neem, extracto de ajo o ají, etc.
  • Compuestos derivados de origen biológicos o natural: biomoléculas naturales o equivalentes.

Fuente: masindustrias.com.ar

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