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Asombroso descubrimiento en Chile: existen 100 especies marinas que no conocíamos

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El hallazgo surge gracias a robot submarino capaz de descender hasta los 4.500 metros. ¿El resultado? Corales con forma espiral, extrañas esponjas tubulares y pequeños peces que parecen llegados de otro planeta.

En una impresionante demostración de la diversidad oculta en las profundidades de nuestros océanos, un grupo internacional de científicos liderado por el Javier Sellanes, de la Universidad Católica del Norte, ha desentrañado lo que podría ser un tesoro biológico frente a las costas de Chile.

La reciente expedición del Instituto Schmidt Ocean ha desvelado la existencia de corales de aguas profundas, esponjas de vidrio, erizos de mar, anfípodos, cangrejos ermitaños y otras especies que, se sospecha, son completamente nuevas para la ciencia.

Aquí fue la exploración

La exploración se centró en los montes submarinos a lo largo de la Cordillera de Nazca y Salas y Gómez, tanto dentro como fuera de la jurisdicción chilena, con el objetivo de recopilar datos que pudieran respaldar la designación de un área marina protegida de alta mar a nivel internacional.

Es significativo que la mayoría de esta cordillera, que se extiende desde la costa de Chile hasta Rapa Nui, también conocida como la Isla de Pascua, yace fuera de la jurisdicción nacional.

Los científicos se aventuraron en dos de las áreas marinas protegidas de Chile, los parques marinos Juan Fernández y Nazca-Desventuradas, utilizando un robot submarino capaz de descender hasta los 4.500 metros para recolectar datos de diez montes submarinos.

Este esfuerzo no solo avanza en la protección marina de Chile, sino que también destaca la existencia de ecosistemas distintos y vulnerables en cada monte submarino, incluidos arrecifes de coral de aguas profundas y jardines de esponjas que prosperan en estas aguas.

Los especímenes recolectados

El equipo científico está analizando la fisiología y genética de los especímenes recolectados para confirmar su novedad científica. Durante la expedición, se mapearon 52.777 kilómetros cuadrados del lecho marino, descubriendo cuatro montes submarinos dentro de aguas chilenas, siendo el monte Solito, el más alto con 3.530 metros, explorado por primera vez.

 

Un monte recién documentado

Mapa batimétrico del monte submarino Solito, frente a las costas de Chile, creado a partir de los datos del sonar multihaz del buque de investigación Falkor.  Los colores más cálidos (rojo y naranja) corresponden a zonas menos profundas, mientras que los más fríos (amarillo, verde y azul) indican áreas de mayor profundidad. Los científicos de la expedición descubrieron que cada monte submarino albergaba ecosistemas distintos, incluidos prósperos arrecifes de coral de aguas profundas y jardines de esponjas, lo que indica que los montes submarinos sustentan numerosos hábitats marinos vulnerables. Crédito: Schmidt Ocean Institute

La segunda expedición a lo largo de la Cordillera de Salas y Gómez estaba programada para comenzar a bordo del buque de investigación Falkor el 24 de febrero, con inmersiones submarinas que serían transmitidas en vivo, permitiendo a los científicos explorar áreas a más de 600 metros de profundidad por primera vez.

Según la Dra. Jyotika Virmani, Directora Ejecutiva del Instituto Schmidt Ocean, la identificación completa de las especies puede llevar muchos años, pero el equipo del Dr. Sellanes tiene una cantidad increíble de muestras de este punto caliente de biodiversidad sorprendentemente hermoso y poco conocido.

Este proyecto se alinea con los objetivos del Programa de Censo Oceánico Nippon Foundation – Nekton, que aspira a descubrir 100.000 nuevas especies marinas en la próxima década.

Modelo de protección

Las expediciones revelan no solo la riqueza de la vida en las profundidades del océano, sino también la importancia de las medidas de protección marina implementadas por Chile, sirviendo de modelo para otros países que buscan preservar sus aguas.

 

Esponja de cristal

Detalle de una esponja de cristal documentada a 1.238,67 metros de profundidad un monte marino sumergido conocido Guyot Baral. Crédito: Schmidt Ocean Institute

Cada monte submarino explorado presentaba un ecosistema único, desde bosques de corales antiguos hasta jardines de esponjas cristalinas, resaltando la diversidad y la necesidad de proteger estos ecosistemas vulnerables.

La iniciativa de proteger estos montes submarinos en aguas internacionales frente a la pesca excesiva y la minería en aguas profundas mediante una nueva área marina protegida bajo un tratado de las Naciones Unidas refleja un esfuerzo global por preservar la biodiversidad del planeta.

Foto portada: Chaunacops (un género de peces óseos) a una profundidad de 1388 metros. Crédito: Schmidt Ocean Institute

Autor: Sergio Parra

Fuente: nationalgeographic.com.es

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