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Una mirada a edificios bioclimáticos experimentales para residencias estudiantiles
Reproducimos el informe de la Arq. Alicia Beascochea, publicado en la serie HOJITAS DE CONOCIMIENTO que edita el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (iEDS) de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), a quienes agradecemos la gentileza por compartirlo.
El proyecto
En 1999 surgió la necesidad de construcción de residencias estudiantiles en la ciudad de Santa Rosa. Las entonces autoridades de la Universidad Nacional de La Pampa, dadas las experiencias previas obtenidas en un edificio destinado a la cátedra de Ecología en la misma ciudad y posteriormente en residencias para estudiantes en General Pico, aceptaron la propuesta de elaboración de un proyecto para un conjunto bioclimático experimental, con la posibilidad de su posterior evaluación energética y transferencia de la tecnología empleada.
El presupuesto debía aproximarse al de una obra convencional, y su mantenimiento tendría que ser sencillo. Desde la Universidad se mostraría una conducta de ahorro energético, divulgación y educación ambiental. Un total de 12 departamentos, de aproximadamente 53 m2 cada uno, fueron inaugurados a finales de 2000, con la capacidad de albergar a 48 estudiantes becados, que deberían hacerse cargo del pago de los servicios de electricidad y gas.
El clima como punto de partida
El diseño solar pasivo respetando el clima del lugar y concebido desde el inicio del proyecto, es lo que permitirá obtener eficiencia energética en los edificios y por lo tanto disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, haciendo más eficaces las tecnologías alternativas en caso de que se cuente con recursos para incorporarlas, así se trate de edificios nuevos o de rehabilitaciones. Este diseño dependerá de la función a cumplir por el edificio y del sitio disponible. Para este caso, un amplio terreno permitió la orientación hacia el Norte de los dos edificios de dos pisos, previendo una futura ampliación a otro, también sin interferencias solares.
Dada la experiencia en General Pico, con dos departamentos por nivel, y a los efectos de reducir los costos en muros exteriores y aumentar la compacidad, se optó por agrupar tres unidades por nivel, poniendo especial cuidado en la ventilación natural del departamento central. Por tratarse de viviendas, se utilizó la orientación Norte para lograr ganancia solar directa en invierno, en todos los locales excepto sanitarios, masa térmica, iluminación y ventilación natural, y protección de las áreas vidriadas con aleros que permiten controlar la ganancia solar en verano.
En las ventanas con doble vidriado hermético y mosquiteros, sin elementos exteriores de protección, se colocaron cortinas interiores de tela “blackout” para oscurecimiento de los locales. Sin ventanas al este y oeste, con ventilación cruzada nocturna, y coberturas vegetales especialmente proyectadas que permitirían minimizar la radiación solar recibida en los meses de verano y estaciones intermedias, se aseguraba la prescindencia de equipos de aire acondicionado.
La tecnología constructiva
Las tecnologías a emplearse en un proyecto dependen de las disponibilidades del momento, y de los costos de materiales y mano de obra. La que se utilizó en este caso, posiblemente no sería la más adecuada a la fecha de esta Hojita. Obviaremos aquí detalles constructivos utilizados de acuerdo con las reglas del arte en arquitectura, para referirnos exclusivamente a las diferencias respecto de una construcción tradicional.
Como masa de acumulación térmica se optó por la utilización de ladrillos cerámicos macizos comunes para la mampostería portante interior y exterior, contando esta última con aislación térmica, protegida exteriormente por muro de ladrillos cerámicos huecos revocados, pintados en colores claros. Se recurrió a losas cerámicas pre moldeadas para entrepiso y cubierta, contribuyendo el primero en parte a la masa de acumulación. En el techo se colocó aislante térmico de alta densidad y hormigón alivianado con dosaje controlado. Comparados los costos que demandaría la misma obra con los materiales utilizados para viviendas económicas en ese momento, el incremento en el presupuesto final no llegó al 10%, siendo el ítem “ventanas y vidrios” el de mayor incidencia.
Monitoreo y evaluación
Los edificios, como ya dijimos, fueron inaugurados a finales de 2000. El monitoreo térmico se inició en diciembre de ese mismo año, con los departamentos cerrados y sin usuarios. Las mediciones se prolongaron hasta principio de 2002, pudiéndose comparar temperaturas internas, con y sin habitantes.
La temperatura horaria en los departamentos estuvo comprendida en rangos de confort y se observó que los departamentos del sector Este tuvieron un comportamiento térmico similar a los departamentos del sector Oeste.
En condiciones reales de uso se midieron diferencias importantes según la conducta de los usuarios, hecho que se ha reiterado para la totalidad de los edificios monitoreados hasta la fecha. Durante los meses de invierno de 2001, el ahorro de energía en calefacción fue en promedio algo más del 50%, si se lo compara con consumos de viviendas tradicionales en bloque.
En 2008, el comportamiento energético de estos edificios mereció ser tema de la tesina de grado de un alumno de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales y Medio Ambiente de la UNLPam, y fue una gran oportunidad para hablar con sus pares sobre las formas correctas de uso de aberturas y artefactos según la estación, para disminuir el consumo de energía, ganando en confort.
Conclusiones
Las construcciones bioclimáticas, si se piensan desde el inicio del proceso de diseño, a similitud de calidad, compensan la escasa diferencia en los costos iniciales, en beneficios ambientales y de confort de sus ocupantes. PERO este caso y otros similares demostrarían que es la conducta de los usuarios de los edificios la que determina en gran medida el consumo energético, por lo que aunque sea reiterativo, se insiste en que es la educación ambiental la que contribuiría a disminuir la energía necesaria para el funcionamiento de edificios convencionales y optimizaría el uso de los bioclimáticos.