Ciencia
CUANDO EL DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN PÚBLICA DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA PIDE SER UNA PRIORIDAD EN MATERIA DE POLÍTICAS PÚBLICAS
De esa manera podría resumirse el principal objetivo que persigue el Congreso Internacional de Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología (COPUCI), cuya VIII edición se concretó –a principios de marzo- en San Carlos de Bariloche. NyT dialogó con dos representantes de las instituciones organizadoras, la directora de la Especialización en Divulgación de la Ciencia Tecnología e Innovación (EDICTI) de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), Dra. Sandra Murriello, y la presidenta de la Fundación INVAP, Dra. Verónica Garea. Ambas ofrecieron balances muy positivos con respecto al desarrollo de la propuesta; sus alcances; y la respuesta por parte de los participantes, así como también se refirieron a algunas de las asignaturas pendientes.
Por Lic. Natalia Lovece para NyT
Con la participación de más de 150 acreditados, el VIII Congreso Internacional de Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología (COPUCI) logró imponerse frente a los desafíos que presenta el contexto de pandemia por Covid-19. De esta forma, la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y la Fundación INVAP, las dos instituciones a cargo de la organización del evento que se desarrolló -entre el 2 y el 4 de marzo- en San Carlos de Bariloche, apostaron por la restitución de un espacio que –según indican- busca establecer líneas concretas de continuidad para este incipiente campo de estudios y producción.
La Dra. Sandra Murriello, directora de la Especialización en Divulgación de la Ciencia Tecnología e Innovación (EDICTI) de la UNRN e integrante del Comité Organizador, habló con NyT y compartió algunas reflexiones concernientes a los alcances del COPUCI. Entre sus fundamentos, hizo hincapié en la importancia de la participación de los profesionales y las instituciones científicas tecnológicas ante la necesidad de revalorizar la Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología (CPCyT): “Nuestra idea es que el campo de la comunicación pública de la ciencia sea conocido, reconocido, que sea un espacio para pensar, entonces, ahí hay algo que para nosotros es un logro”.
Desde sus inicios, en el año 2011, el norte del COPUCI ha sido convocar a estudiantes, profesionales e investigadores de diversas formaciones, tanto de la Argentina como de otros países como Brasil, Cuba, Chile, España, Uruguay, México y Colombia. “La gran concurrencia de participantes demuestra que es un área que está activa y, desde la UNRN nos interesa seguir trabajando en ese área, formar gente, conseguir recursos para que esto se asiente y para que las instituciones abran espacios para que haya una comunicación trabajada y elaborada. Nos parece importante seguir trabajando en esa línea”, detalló Murriello en referencia al proceso de consolidación que siguen impulsando con el fin de ganar más espacio en la temática.
En cuanto a este año en particular, mencionó que el poder de adaptación al momento de organizar la realización del Congreso fue puesto a prueba: “Estamos en un contexto aún de pandemia con muchísima incertidumbre, evaluamos si esto podía ser un evento presencial, semipresencial o virtual y, de hecho, hicimos un Congreso híbrido. Eso es un desafío complejo porque nos presentó problemáticas nuevas y también resultó interesante porque nos abrió el panorama a que no sólo nos escuchen desde otros lugares, sino que hay mucha gente que participa en forma remota. Es algo que tenemos que aprender a hacer, tenemos que trabajar con esta virtualidad que ha venido para quedarse”. Igualmente, reconoció que la modalidad mixta posibilitó una apertura a otro tipo de público, “dado que los congresos siempre son espacios cerrados de una comunidad que discute equis tema y seguramente hay algunos que son de interés para la gente por fuera de este campo, entonces, le abrimos la puerta para que venga. Los espacios son abiertos y libres y la ciudadanía tiene derecho a venir, a estar, a participar, a escuchar y a opinar”.
Ejes de discusión y una asignatura pendiente
Los ejes de discusión de la VIII edición del COPUCI fueron orientados a preguntar “qué es lo que se va a hacer; cuáles son las política públicas; cuál es el lugar que se le da a la comunicación de la ciencia y tecnología dentro de las políticas públicas”, describió Murriello y agregó que además se planteó la discusión referente a “qué lugar se le da desde la gestión del Estado a la comunicación pública; cómo se valoriza; qué recursos deriva para su desarrollo; qué lugar ocupa dentro de la institución”.
A lo largo de las tres jornadas, sus participantes arribaron a las conclusiones de más de 160 trabajos expuestos en mesas de diálogo, talleres y charlas plenarias vinculadas a diversas temáticas específicas del campo de la comunicación pública de la Ciencia y Tecnología (CyT). Si bien hubo una multiplicidad de temas, la integrante del Comité Organizador destacó “Género y Ciencia y Tecnología” y, por otro lado, “Comunicación en contexto de crisis”. También especificó que hubo más de 20 tempaticas que se abordaron, entre las cuales, resaltó la comunicación institucional; comunicación en pandemia; comunicación ambiental, cuestiones que tuvieron que ver con género y diversidad; temas vinculados con ambiente y cambio climático.
“Esto es muy interesante porque nos muestra un panorama amplio del cual la comunicación pública de la ciencia se está ocupando, con investigación y experiencia. En algunos casos, más experiencia que investigaciones y eso marca algo que nos interesa incentivar, que es la generación de más investigación”, subrayó la referente y explicó que uno de los puntos en los que se centró el debate tuvo que ver con “la capacitación profesional, cómo nos formamos para hacer mejores actividades, pero también para hacer investigación, y cómo intentamos que este campo de la comunicación pública siga, perdure, persista y que se forme más gente para que estemos más capacitados”.
A modo de conclusión dentro del marco general, se puso de manifiesto la necesidad de ponerle valor a la comunicación pública dentro del campo científico tecnológico y, en este punto, se refirió a una asignatura pendiente: “No ha sido –hasta ahora- colocada como una prioridad. Nosotros pensamos que la comunicación pública de la ciencia es parte de la producción científica tecnológica y como tal debe ser valorada. Y una de las formas de valoración es el financiamiento”.
Perspectiva de géneros en Ciencias y Tecnologías
La Fundación INVAP, institución organizadora del evento junto a la UNRN, contó con una representación que le brindó un cierre destacable al encuentro. Su Presidenta, Dra. Verónica Garea, formó parte de la plenaria titulada Perspectiva de géneros en Ciencias y Tecnologías. Junto a Vanesa Vázquez Laba, secretaria de Igualdad, Derechos y Diversidad de la UNA y Red Universitaria de Género (RUGE), y Carolina Spataro, IIGG, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, y Red Federal de Géneros y Diversidades del CONICET, expusieron información asociada a género y diversidad en la actividad académica, científica y tecnológica argentina, tanto en relación a la actividad de las mujeres y diversidades en estas áreas como lo que tiene que ver con las líneas de trabajo con perspectiva de género.
Garea aseguró a NyT: “No soy especialista en la temática pero estoy convencida de que los seres humanos estamos definidos porque nos podemos comunicar unos con otros. Esa es una de nuestras esencias de ser personas, podernos comunicar, así que para mí tener la posibilidad de participar de este encuentro, poder escuchar a otras mujeres que trabajan en tópicos relacionados con la comunicación y que saben del tema y que nos pueden aportar a quienes estamos en un universo a veces impermeable al tema de la comunicación, como es la ingeniería, es realmente una posibilidad que agradezco muchísimo”.
Si bien sostuvo que, frente a los grandes desafíos, existen herramientas y experiencias que pueden ser aprendidas y aplicadas también mencionó que “queda mucho camino por recorrer” y, en tal sentido, afirmó: “Las mujeres que hacemos ingeniería no tenemos una voz muy audible dentro del rubro. Yo creo que nos queda mucho camino por recorrer en hacernos escuchar hacia adentro para que se entienda que tenemos demandas, que tenemos problemáticas que hay que atender, pero también hacia afuera para que la sociedad escuche que hay mujeres que hacen ingeniería y las chicas que eventualmente podrían llegar a interesarse, puedan tener referentes”.
Acerca de las actividades y acciones que se llevan a cabo para allanar el camino, citó como ejemplo la Cátedra Abierta Latinoamericana y WIN-Argentina (Women in Nuclear), espacio que integra como Vicepresidenta. Sobre esta última organización centrada en las mujeres que trabajan en los diversos campos de las aplicaciones de la energía nuclear y las radiaciones, recalcó: “Estamos lanzando una actividad a nivel de América Latina para organizarnos, discutir problemáticas y codiseñar -entre todas- herramientas que nos puedan servir para mejorar la situación de las mujeres y diversidad en el sector nuclear, que es un sector altamente masculinizado. Hay iniciativas y tenemos que hacernos oír, se tienen que conocer y difundir más”.
“La posibilidad de poder quebrar la narrativa”
Durante su exposición, Garea hizo referencia a la importancia de “tener la posibilidad de quebrar la narrativa”, para lo que sería necesario “hablar de las dimensiones de ingeniería que muchas veces no se habla, como la dimensión ética del hecho de llevar tecnología a las personas; el impacto de lo que hacemos las ingenieras e ingenieros en la vida de las personas. Yo creo que nosotras tenemos mucho para decir. Venimos organizándonos y trabajando también como todo el movimiento de mujeres, pero todavía hay mucho por hacer”.
Ante la consulta de este medio respecto a si el nombramiento de mujeres en cargos de relevancia, como es el caso de Adriana Serquis al frente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), facilita la posibilidad de alcanzar el objetivo, la presidenta de Fundación INVAP respondió: “No hay duda de que la presencia de una mujer feminista en la CNEA cambia el mapa y pone al tema de género sobre el tapete de una manera que hasta ahora nunca habíamos tenido”.