Educación
EL CUCEN: mejorando la enseñanza en todos los niveles
Armando Fernández Guillermet preside desde el 2006 el Consejo Universitario de Ciencias Exactas y Naturales (CUCEN), y en diálogo con N&T desarrolló una amplia mirada sobre la eficiente y próspera historia de la institución que ya cumplió sus primeros diez años.
El primer comentario de Armando durante la entrevista apuntó a valorar “El Consejo Universitario de Ciencias Exactas y Naturales ha cobrado visibilidad y consideración por parte de las autoridades del sistema universitario y científico argentino. Está considerado como un interlocutor propositivo de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y en alguna medida también por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyT), pero principalmente en el área de la educación superior en el país”.
La concepción clave que sostiene y también impulsa la actividad del CUCEN es “la vinculación solidaria entre unidades académicas y con otros niveles del sistema educativo”, según destaca Fernández Guillermet. Como Presidente del Consejo, Armando es un incansable entusiasta y también se autodefine como un privilegiado por haber podido participar desde la primera hora en la actividad de la institución. Es por eso que puede testimoniar como pocos el exitoso recorrido de esta asociación que ha dejado, hasta aquí, una fructífera huella que permite anticipar nuevos y mayores desafíos.
El Consejo Universitario de Ciencias Exactas y Naturales cumplió diez años en noviembre último. A lo largo de esta década ha desarrollado un largo y eficiente trabajo apostando a la excelencia educativa. Se trata de una asociación sin fines de lucro con características de red académica de cooperación que en su plan de origen se propone la defensa de una mejor educación pública en todos sus niveles. Mantiene desde entonces un diálogo fructífero con las autoridades del sistema educativo argentino más allá de la coyuntura histórica política, para habilitar una mirada amplia desde la diversidad e integración, y en procura de impulsar la consolidación del área de Ciencias Exactas y Naturales.
Cada reunión del CUCEN está inspirada por un espíritu propositivo y constructivo. A partir de la discusión académica, y el afán de construir y proponer nuevos planes, se destaca la apertura para la recepción de nuevos decanos que se suman para el crecimiento de la asociación y coinciden con los propósitos planteados en el Estatuto y con las acciones propuestas en su Plan Estratégico. Dichas acciones están diseñadas para favorecer el mejoramiento de la enseñanza, el aprendizaje y el desarrollo integral de estas disciplinas en el país.
“En este momento, el CUCEN -explica su Presidente- es consultado e involucrado en tareas de interés general de la comunidad universitaria del área. He tenido el honor de integrar el Comité Ejecutivo desde el comienzo y a lo largo de estos diez años. Fui vicepresidente 2º en 2004 y 2005, y soy su presidente desde el 2006. Mi mandato ha sido renovado todos estos años y tengo el privilegio de haber participado en este proceso a lo largo de la década y haber podido apreciar la consolidación del CUCEN”.
Es aquí cuando Fernández Guillermet hace una sinopsis para referirse al nacimiento del Consejo en noviembre en el 2003, como resultado de una iniciativa del entonces Decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Dr. José Luis Riccardo, actualmente Rector de la UNSL. Armando recuerda, entusiasmado y motivado, que “aquella fue una convocatoria telefónica: el Dr. Riccardo llamó a los decanos y directores de las unidades académicas de las Ciencias Exactas y Naturales y los invitó a un encuentro en San Luis. Yo asistí como vicedirector del Instituto Balseiro a cargo del Área Ciencias. Asistimos varios al encuentro y en realidad no sabíamos muy bien a qué íbamos, pero la idea era reunirnos y ver qué podíamos hacer para impulsar la cooperación. Se decidió entonces formar un Consejo Universitario cuyos objetivos fueran la cooperación, coordinación y complementación en actividades propias de las Ciencias Exactas y Naturales. Así nació este CUCEN, integrado por decanos, directores o equivalentes. En marzo del 2004 la 2ª Reunión Plenaria tuvo lugar en San Carlos de Bariloche, donde se conformó el primer Comité Ejecutivo con el Dr. José Luis Riccardo de la UNSL como presidente, el Dr. Pablo Miguel Jacovkis de la Universidad de Buenos Aires como vicepresidente 1º y por mí, todo esto por decisión de los decanos que votaron”.
La actividad del CUCEN lleva hoy una década de aciertos y avances. Sin duda, el primer impulso sirvió, según recuerda su Presidente, para que sus miembros concentraran esfuerzos en construir una agenda concreta acorde con los objetivos estatutarios. El Estatuto establece cuatro áreas principales de trabajo para el Consejo: (I) las Ciencias Exactas y Naturales en la Cultura como factor de desarrollo socioeconómico; (II) la educación en general y en Ciencias Exactas y Exactas en particular; (III) las políticas educativas científicas y tecnológicas y (IV) la cooperación interuniversitaria y la articulación.
Las reuniones del CUCEN convocan hoy a los participantes tres veces por año. La primera Reunión Plenaria coincide con el principio del año y es donde se eligen las autoridades. A mitad de año se concreta una Reunión de Trabajo donde se confirma el seguimiento de los proyectos, con una modalidad de encuentro muy intenso. En la Reunión Plenaria final es donde se cierra la actividad, se hace el balance de lo actuado y se construye la agenda para el año siguiente.
En sus primeros años, el CUCEN trabajó con énfasis particular en el diseño de un programa de movilidad académica, el cual fue implementado por la Secretaría de Políticas Universitarias como Programa Inter-U. El Presidente del CUCEN explica, claro y detallado, de qué se trata: “Desde su nacimiento, el CUCEN impulsó ante la SPU, un programa de Movilidad Académica para estudiantes, docentes y técnicos especializados pertenecientes a unidades académicas de las universidades nacionales (UUNN). La primera reunión con autoridades en la que se planteó este tema la tuvimos en mayo de 2004 con el entonces Secretario de Políticas Universitarias Dr. Juan Carlos Pugliese. A él le presentamos la idea del programa de movilidad y otras propuestas y desde ese momento nos alentó a continuar trabajando sobre estas líneas”.
El Programa Inter-U está destinado a fortalecer la cooperación universitaria a través de la movilidad de estudiantes, docentes y personal técnico especializado. A partir de su implementación en 2008 la participación en este programa ha aumentado significativamente. Los objetivos están dirigidos a diversificar y democratizar el ofrecimiento de formación y conocimientos. También apuntan a fortalecer el uso eficaz de los recursos del Estado invertidos en las UUNN y contribuir a la determinación de problemáticas comunes en el desarrollo integral y solidario de dichas universidades y de las comunidades en las que se insertan.
Fernández Guillermet -quien no deja de renovar su valoración sobre los acontecimientos transcurridos en los diez años de vida del CUCEN, sus protagonistas y actores comprometido- construye a cada momento de la charla un puente permanente entre el inicio a la actualidad. Además, como él es uno de los primeros gestores de este innovador Consejo, se anima con seguridad a referirse al presente promisorio de la asociación. Sabe del esfuerzo inicial y reconoce la importancia particular que hoy reviste el Programa Inter-U que se ha implementado. Desde este conocimiento se expresa firme y dice que “resta el desafío para seguir utilizando los recursos que la SPU ha destinado al Programa a partir del 2008. En tal sentido, hemos considerado la posibilidad de proponer una ampliación del Programa Inter-U para incluir a personal técnico en el área de cooperación interinstitucional, entendiendo que en estas áreas críticas es donde resulta muy importante trabajar y por esto queremos acentuar allí el trabajo”.
Por otra parte, un dato no menor es que los únicos recursos con los que cuenta el CUCEN para su funcionamiento provienen de la cuota societaria anual con que contribuyen las unidades académicas que lo integran.
Los propósitos del CUCEN son valiosos desde donde se los enfoque, pero referirse a promover el diálogo entre las Ciencias Exactas y Naturales, y de éstas con las Ciencias Sociales, las Humanidades, la Tecnología y otros ámbitos de la cultura, resulta un desafío incalculable. También se incluye en este enorme proyecto la promoción del desarrollo y el fortalecimiento de las Ciencias Exactas y Naturales como base para el desarrollo socioeconómico y sustentable del país. Al mismo tiempo, se enfatiza la importancia de contribuir con la activación y crecimiento de los sectores científicos, tecnológicos y productivos, así como a la reconstrucción del tejido social. Un mapa de propósitos que alienta a imaginar el crecimiento interinstitucional necesario e ilimitado. En una segunda publicación en N&T abordaremos este interesante aspecto del CUCEN.
El Consejo Universitario de Ciencias Exactas y Naturales (CUCEN) cumplió diez años en noviembre último, cosechando toda una década de compromisos con la excelencia educativa. Su Presidente, Armando Fernández Guillermet, explicó en la primera parte de la nota que sus inicios apuntaron a fortalecer la vinculación solidaria a favor de la educación superior a efectos de construir un espacio de diálogo y de consenso. En esta segunda entrega, consideraremos algunos de los otros desafíos que aborda actualmente este Consejo.
El segundo gran proyecto del CUCEN que recuerda hoy su Presidente, sin dejar de subrayar el empeño puesto en su nuevo objetivo, fue la elaboración de un Plan Estratégico para el desarrollo integral de las Ciencias Exactas y Naturales en Argentina. Este plan incluye el nivel de estudio de grado, el postgrado y la investigación y también el nivel de la extensión, transferencia, vinculación tecnológica y articulación del sistema académico científico con el económico social. La primera versión del Plan Estratégico se planteó para el período 2008-2017 y fue presentado a las autoridades nacionales del sistema educativo y científico-técnico.
En 2008 el Consejo Interuniversitario Nacional, que reúne a los rectores de las UUNN, resolvió otorgar su apoyo institucional a este Plan Estratégico a través de un acuerdo plenario. Fernández Guillermet afirma sobre el Plan que “es una propuesta marco para el desarrollo de estas ciencias en la Argentina. El CUCEN propone el esquema, y luego los ministerios y otras instituciones podrán hacer suyas estas acciones estratégicas. Lo que estamos sugiriendo es que esto ayude a orientar sus decisiones. El CUCEN sostiene una actitud propositiva y buena parte de logro ha sido la generación de proyectos por consenso y presentarlos e impulsarlos ante las autoridades. Pero además, y esto es muy valioso, sabemos que esos proyectos han surgido del común acuerdo de los protagonistas, que son los decanos, los que después llevarán a la práctica las acciones que correspondan a las unidades académicas”.
El Presidente del CUCEN sostiene, entonces, la idea de que esta asociación -en sus primeros pasos entendida como consultora y tutora en su materia- también funciona hoy ante las UUNN como un órgano dedicado a la generación de proyectos e ideas. Por eso insiste Fernández Guillermet en definir esta acción como “de carácter permanente”. Esto nos permite comprender que desde tal paradigma se inspira la misión del CUCEN, el cual en la actualidad busca con empeño instalar proposiciones y debatir pensamientos que puedan ser aceptados o considerados al momento de fijar políticas universitarias en cada institución. En tal sentido, la primera versión del Plan Estratégico a la que nos estamos refiriendo apareció como una propuesta integradora y superadora de las iniciativas vigentes al momento. Cierto es también que el logro de las metas de este Plan Estratégico necesitan, sin duda, de una política de Estado que haga posible su implementación en el mediano y largo plazo.
En 2008 y 2009 el CUCEN evaluó cómo se había desarrollado hasta entonces el Plan Estratégico y a partir de aquí se actualizó la propuesta en 2010. Fernández Guillermet agrega al respecto que “la nueva versión estuvo finalizada en 2010 y en la Reunión Plenaria que tuvimos en San Juan, en abril de 2011, se le entregó esta versión al ministro de Ciencia y Tecnología, Dr. Lino Barañao. Esta es la metodología que tenemos: elevar propuestas de acción a las autoridades. Pero quiero destacar aquí que también en 2008 el CUCEN fue invitado a participar de ‘El año de enseñanza de la Ciencia’ que se celebraba en todo el país. El CUCEN propuso entonces un programa plurianual de acciones estratégicas para apoyar la enseñanza de la Ciencia en la educación de nivel medio y primario en Argentina. En ese mismo año el CUCEN resolvió impulsar la acreditación de los profesorados universitarios en Ciencias Exactas y Naturales”.
El CUCEN, a partir de lo que reconoció como el “Plan plurianual de acciones estratégicas” (PAE) apuntó a la formación de redes académicas de apoyo para el mejoramiento de la enseñanza de las ciencias. Se pretendía mejorar la enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales, difundir la cultura científica, despertar vocaciones y apoyar de un modo sistemático y sostenido las iniciativas y mecanismos nacionales y regionales para capacitación y mejora continua de la formación de docentes en Ciencias Exactas y Naturales. En cuanto al resultado de este plan, Fernández Guillermet considera que “en aquel momento las autoridades no lo hicieron suyo. Sin embargo, algunas de las acciones incluidas en las convocatorias y programas nacionales que se plantearon posteriormente sugieren que el PAE tenía mucho sentido. Esto nos permite decir que las iniciativas del CUCEN nunca caen en saco roto”.
En 2009 el CUCEN conformó comisiones disciplinares de Biología, Computación, Física, Matemática y Química y con esto comenzó una obra de larguísimo plazo. Estas Comisiones, con un coordinador o coordinadora, convocaron a representantes de todas las carreras de profesorados del área de la Argentina. Se mantuvieron desde entonces reuniones de trabajo, analizando planes de estudio, pautas comunes y planteándose cómo y con qué formación deberían contar los profesores universitarios. Para Armando “esta fue una tarea inmensa: al mismo tiempo vimos como otro desafío lo que se llamaría la ´formación docente del profesor´, y fuimos convocados por el Consejo Interuniversitario Nacional, dado que en 2010 la Resolución No 50/10 del Ministro de Educación declaró incluido el título de Profesor en el artículo 43º de la Ley de Educación Superior”.
“Como parte de la resolución ministerial –explica- se establecía que se debía convocar a todas las universidades que formaran profesores para establecer los lineamientos generales para la formación docente comunes a todos los profesorados”.
En este nuevo desafío el CUCEN fue convocado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) al mismo tiempo que se invitó a la Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación (ANFHE). Así, desde junio del 2010, el CUCEN colaboró con la ANFHE a través de una comisión mixta. En abril de 2011 la Comisión Mixta ANFHE-CUCEN dio por cumplida su tarea y presentó su dictamen a las asociaciones que la conformaron. En dicho período Fernández Guillermet tuvo la oportunidad de trabajar en calidad de coordinador de la Comisión. Esta experiencia, afirma, “se basó en el diálogo y la colaboración, y fue maravillosa; creo que esto fue una acción ejemplar en el sistema universitario argentino que demuestra todo lo positivo que puede ocurrir cuando hay cooperación y respeto”.
“Hoy, subraya Fernández Guillermet, las propuestas de estándares para acreditación elaboradas por la Subcomisión de Profesorados del CIN a partir de las propuestas del CUCEN, en diálogo con las Comisiones disciplinares de nuestro Consejo, han recibido la aprobación de la Comisión de Asuntos Académicos del CIN y se encuentra en este momento a la consideración del Comité Ejecutivo del CIN. Si son aprobadas entraríamos en la fase final y el Consejo de Universidades, que incluye a las universidades privadas, podría decidir avanzar en la acreditación de los profesorados”.