El OIEA ayudará por primera vez a expertos de las Naciones Unidas en materia de nutrición a reevaluar las necesidades energéticas del ser humano; se trata de una aportación clave para evaluar el hambre en el mundo, un análisis que se realizó por última vez en 2001.
En alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades, el OIEA proporcionará conocimientos especializados y datos basados en las ciencias nucleares, con el fin de llenar las lagunas de conocimiento en relación con el modo en que se entienden y se calculan las necesidades calóricas y nutricionales.
“Las necesidades energéticas son un dato importante de los cálculos que se utilizan para elaborar informes sobre el ODS 2 (Hambre cero), concretamente sobre la subalimentación. Es muy importante que revisemos periódicamente la base de estos cálculos y que reflexionemos sobre si es necesario actualizarlos”, afirma Lynnette Neufeld, Directora de la División de Alimentación y Nutrición de la FAO.
Habida cuenta de los más de 700 millones de hombres, mujeres y niños que padecieron hambre el año pasado, salvo que se realicen esfuerzos más específicos y mejor orientados, el objetivo de poner fin al hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición a tiempo para lograr la Agenda 2030 seguirá siendo inalcanzable. La desnutrición en particular —una forma de malnutrición que comprende la emaciación, el retraso del crecimiento, la insuficiencia ponderal y deficiencias de vitaminas y minerales— sigue siendo un desafío acuciante, que se describe en el informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024”, publicado recientemente por las Naciones Unidas. Si se mantienen las tendencias actuales, se prevé que 528 millones de personas padecerán desnutrición crónica de aquí al fin de la década. Sin embargo, para garantizar una actuación eficaz, las políticas e intervenciones deben basarse en datos exactos. Con ese objetivo, el OIEA, la FAO, la OMS y otros expertos mundiales examinaron el conocimiento científico actual sobre las necesidades energéticas del ser humano en una reunión de consultores celebrada en junio en la Sede del OIEA en Viena.