En una cantera de sedimentos marinos de la Formación Paraná (donde hace millones de años existió un mar), en cercanías de la ciudad de Victoria (Entre Ríos), a tan sólo unos 150 kilómetros de esta capital, un grupo de investigadores del Conicet dio, casi de manera fortuita, con un hallazgo de esos que no ocurren tan seguido: descubrieron el primer registro fósil de un pelícano para la Argentina. La nueva especie es también la más austral conocida hasta ahora para América del Sur.
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Hallazgo del primer fósil de un pelícano en el país: tiene 9 millones de años
Un grupo de investigadores del Conicet dieron con el descubrimiento casi de manera fortuita. Esta especie de ave es casi desconocida en nuestra región, y tiene mucha presencia en Europa, África y Oceanía. Ahora los científicos indagan cómo llegó a estas tierras australes, trazando una “ruta transatlántica”.
El fósil, que hoy se exhibe en el Centro De Investigaciones de Diamante, ciudad también Entre Ríos, constituye una nueva especie que ya recibió su bautismo definitivo: se llama “Pelecanus paranensis”. El trabajo científico fue presentado en la prestigiosa revista Journal of Vertebrate Paleontology.
Los restos del ejemplar fueron hallados en la Formación Paraná, principal depósito marino del Neógeno que se localiza en la región chacoparanense. En limpio: esa formación fue un mar que existió hace unos 9 millones de años -aproximadamente- y que “partió” la llanura pampeana en dos, en la fase del Mioceno Tardío.
“En una cantera llamada Cerro La Matanza, dentro de la Formación Paraná, realizamos los cortes de la topografía, un trabajo que nos permite ver los distintos estratos geológicos. Y detectamos este fósil de pelícano, más precisamente su cintura pélvica”, le explicó a El Litoral Jorge Noriega, investigador del Conicet y primer autor del trabajo. Además, trabaja en el Laboratorio de Paleontología de Invertebrados de Diamante.
Los expertos que trabajan con Noriega siguen pistas investigativas paleontológicas -en un ejercicio casi detectivesco-, que esconde la historia del suelo, para construir los ambientes y la fauna del “mar entrerriano”, es decir, ese sedimento marino. “Nosotros vamos a buscar restos de invertebrados (caracoles, corales, esponjas). Y que haya sido un pelícano (un vertebrado) el hallazgo, fue algo totalmente fortuito. No obstante, luego se inicia un trabajo específico y particular de comparación de fósiles y de especies actuales de todo el mundo”.
Ruta transatlántica
La especie del pelícano no está tan presente en el paisaje medioambiental argentino. Sí tiene mucha presencia en Europa, Asia, África y Oceanía. Pero en nuestra región continental, sí hay poblaciones del pelícano marrón en el Caribe y en el norte de Brasil, en las costas del Pacífico de Ecuador, Perú y norte de Chile.
“Y nuestro Pelecanus paranensis posiblemente sea un ancestro de los pelícanos marrones registrados en el Caribe y norte de Brasil. Son marrones porque sus plumas están más protegidas por el agua del mar. Son aves que nadan, como una estrategia particular, tirándose en picada para pescar”, amplió el Dr. Noriega.
Con ello, a partir de la antigüedad del hallazgo, el equipo investigativo está empezando a trazar una suerte de “ruta transatlántica” para conocer cómo fue la colonización de los pelícanos del “Nuevo Mundo”, es decir, de toda la América.
“Sabemos que los pelícanos se originaron en el Viejo Mundo, a partir de otro grupo de aves que vivió en África. Las teorías que se manejaron hasta ahora es que estos pelícanos migraron de África a Europa, de Europa hacia al este; de alguna manera, luego, ingresaron por América del Norte y, finalmente, colonizaron América del Sur. Pero son teorías”, aclaró el investigador.
“La parte más especulativa es que el registro del fósil detectado llegó por una ruta transatlántica. Además de ser (el resto fósil) la primera especie para la Argentina, es muy austral. Encontramos un pelícano que vivió hace 9 millones de años muy al sur de nuestra región. Estamos tratando de establecer cómo, a través de qué ruta llegaron los pelícanos del Viejo Mundo al Nuevo Mundo”, explica Noriega.
Sobre las especies
Los pelícanos marrones, presentes en nuestra región continental, son estrictamente marinos. Siempre se encuentran cerca del mar. Al revés, las especies existentes en Europa o África son aves están principalmente en aguas dulces interiores de los continentes, como lagos y lagunas.
Además, “el mar paranaense que existió hace millones de años era un mar de aguas templado-cálidas, posiblemente dentro de un ambiente tropical-subtropical, incluso más cálido en el que actualmente estamos en estas latitudes. Entonces, en ese contexto, hay que imaginar en la Costa de un pelícano, es decir, la costa que se puede ver hoy en Guayana, en el Caribe, con bosques tropicales llegando hasta el mar mismo. Así habría que entender la costa del mar paranaense para quizás comprender por qué el hallazgo de un pelícano de hace 9 millones de años no es algo raro”, concluyó el investigador.
Sobre la investigación
El estudio fue llevado adelante por especialistas del CICYTTP (Conicet Entre Ríos, UADER), instituto que integra el Conicet Santa Fe y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), junto con un colega de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara (Universidad Maimónides). Además de Jorge Noriega, participó también el investigador del Conicet Diego Brandoni, coautor del paper:
El trabajo se realizó desde el Laboratorio de Paleontología de Vertebrados del CICYTTP de Diamante, Centro que, con diferentes proyectos y desde 1997 lidera los estudios geo-paleontológicos en Entre Ríos a través de la reconstrucción de los paleoambientes del Cenozoico y de las faunas de vertebrados asociadas a distintos momentos del tiempo geológico.
Foto portada: Reconstrucción de Pelecanus paranesis. Créditos: Gustavo Righelato.
Autor: Luciano Andreychuk
Fuente: ellitoral.com