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Nieve rosa, un fenómeno que es peligroso para el medio ambiente
La microalga ‘Chlamydomonas nivalis’ tiñe la nieve de rojo y hace que se derrita más rápido.
La nieve rosa es conocida por presentarse tras el derretimiento de los glaciares causado por el cambio climático y se va acrecentado en algunas regiones del planeta. Con esto queda claro, la nieve no siempre es blanca, sino que en sorprendentes ocasiones se puede observar rosa por un extraño fenómeno.
Aunque parece un fenómeno llamativo la realidad es que es peligroso, según una publicación de la revista Science Advance, “la nieve rosa causada por la proliferación de microalgas oscurece la superficie de los campos nevados de verano, lo que aumenta el deshielo”.
Qué es la nieve rosa y por qué aseguran que amenaza el futuro
También conocida como “nieve de sandía” o “sangre de glaciar”, es impulsada por la floración de un alga rosada llamada Chlamydomonas nivalis, un fenómeno en el que la nieve del suelo se tiñe de un tono rojo-rosado.
En el siglo XIX, la comunidad científica descubrió que el color rojizo de la nieve se debe a la proliferación de una especie de alga verde llamada Chlamydomonas nivalis, cuyo pigmento carotenoide rojo tiñe el característico blanco del hielo de rosa. Esta especie de alga es criofílica (amante del frío) y prospera en aguas heladas, de ahí que la nieve rosa sea común en las regiones polares alpinas y costeras.
Pese a que la nieve rosa tiene una justificación científica y biológica y es parte de un proceso natural, las consecuencias de la proliferación del alga Chlamydomonas nivalis puede suponer un problema para el medio ambiente. A diferencia de la mayoría de las especies de algas de agua dulce, son algas flageladas, así que se mueven con más facilidad en un medio acuoso. El tercer factor que necesitan para prosperar son oxígeno bajo, propio de zonas de alta montaña.
En un estudio publicado en la revista Nature en 2016, un grupo de investigadores concluyeron que esta microalga hace que la nieve se derrita más rápido, ya que su pigmento reduce la capacidad de la nieve de reflejar el calor del sol.
Un efecto medio ambiental
A medida que los glaciares retroceden, el efecto del derretimiento de las algas restantes de la “nieve de sandía” puede dañar aún más la nieve y el hielo. A medida que el glaciar se vuelve rosado, es mucho más probable que se derrita, ya que las algas coloreadas hacen que la luz del sol sea absorbida en lugar de reflejada, calentando el hielo circundante.
Las algas objeto de estudio crecen en la nieve que cubre lagos helados, rocas y glaciares. Dado que sus células necesitan agua líquida para crecer, este rápido derretimiento estimula un mayor crecimiento, oscurecimiento y absorción de la energía recibida del sol.
Sin embargo, y pese a las consecuencias negativas que estas algas tienen sobre los glaciares, los expertos aseguran que en comparación con los impactos del cambio climático y el calentamiento global, el efecto de las algas sobre el glaciar y la capa de nieve se considera leve.
Autora: Perla Vallejo
Fuente: ecoosfera