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Tendencias de hoy para la movilidad sostenible de mañana
El futuro de la movilidad será, inevitablemente, sostenible. Para ello ya se están dando importantes pasos gracias a la innovación tecnológica, al impulso de las energías renovables y al cambio de mentalidad de los consumidores.
Apostar por la diversificación de tecnologías para promover una movilidad sostenible es una gran opción: ofrece menor riesgo, menor dependencia y mayores posibilidades de éxito. Impulsar la innovación en distintas energías también nos puede llevar a nuevas cimas de eficiencia y excelencia, así como fomentar nuevos sectores o actividades.
Así, en los últimos años se han venido haciendo importantes esfuerzos para “cambiar el chip” desde la óptica de la neutralidad tecnológica. Es decir, teniendo en cuenta el objetivo de impulsar la movilidad sostenible, se deja libertad a los actores implicados para elegir la tecnología más adecuada.
Hidrógeno renovable para el transporte
El hidrógeno verde, producido con fuentes de energía renovables y limpias, va a desempeñar un papel importante en el gran salto tecnológico en energía que ya se está produciendo. Su utilización en vehículos ligeros será viable en un futuro cercano y el siguiente paso será utilizarlo en trayectos largos y en medios de transporte pesados.
La utilización de hidrógeno en vehículos ofrece tres beneficios principales: es muy versátil, ofrece una autonomía considerable y las pilas de hidrógeno son bastante ligeras. Esto posibilita que esta tecnología sea factible para descarbonizar también el sector del transporte pesado. Además de ofrecer autonomías similares a la gasolina y tiempos de carga muy reducidos, el empleo de hidrógeno deja vía libre para llenar todo el espacio disponible para transportar las mercancías; algo imposible con baterías eléctricas, que pesarían la mitad del total que puede transportar un camión.
El hidrógeno es también la mejor alternativa para descarbonizar el sector de la aviación y el del transporte marítimo. Aunque existen retos por superar, gracias al avance de la investigación y el desarrollo, en pocos años podremos ver cómo se populariza el uso de hidrógeno en estos sectores.
Vehículos alimentados con biometano
La electrificación avanza rápidamente y es crucial, pero no puede cargar con todo el peso de la descarbonización del transporte. Por ello, el impulso de alternativas como los gases renovables es tan importante.
El biometano, obtenido habitualmente a partir de biogás, permite alimentar vehículos que deben transportar grandes cargas y recorrer muchos kilómetros. Así, es una opción real para el sector del transporte por carretera.
GNL para la descarbonización del transporte por barco
Si hablamos de la movilidad marítima, hay un combustible que juega un papel muy importante, ya que a día de hoy es la única alternativa real y sostenible para avanzar en la descarbonización del transporte marítimo.
Este es el GNL o gas natural licuado, que emite alrededor de un 25 % menos de CO2 respecto a los combustibles tradicionales y mejora la calidad del aire en los entornos portuarios, al eliminar el 100 % de las emisiones contaminantes.
Combustibles sintéticos
Los combustibles sintéticos derivados de fuentes renovables no liberan CO2 y se pueden emplear en cualquier vehículo que circula por nuestras calles a día de hoy. Además, los usuarios pueden repostar en instalaciones ya existentes. Estas dos ventajas, producir cero emisiones netas y no requerir el desarrollo de nueva tecnología, los convierte en un aliado de excepción para avanzar hacia una movilidad sostenible mientras se extienden otras tecnologías como el hidrógeno.
Los biocombustibles obtenidos a partir de biomasa son también otra alternativa interesante en sectores del transporte que resulta difícil descarbonizar. Por ejemplo, el transporte pesado, la aviación o el transporte marítimo. Primeros pasos que permiten ir avanzando en la sostenibilidad del transporte.
Fuente: ENAGÁS (extracto)