Se trata del tanque reflector construido en los talleres de INVAP del Centro Atómico Bariloche (CAB), que será trasladado por tierra en los próximos días al Centro Atómico Ezeiza (CAE) para su montaje final. Esta instancia denota uno de los hitos más importantes del camino hacia la finalización del RA-10.
Con la presencia de autoridades de los organismos involucrados, se llevó a cabo un acto de celebración por la conclusión de los ensayos del tanque reflector, fabricado por INVAP y diseñado por la CNEA. Asimismo, los presentes recorrieron el taller de Mecánica dentro del CAB, donde se encuentra ubicado antes de su traslado al lugar de emplazamiento.
“Esta obra no es solo ingeniería, sino que es una obra de arte para el ámbito de la metalurgia de nuestro país, en particular de este taller de INVAP que ha logrado algo que emociona. Tanto por lo que significa como un nuevo hito para el desarrollo nuclear de nuestro país, como también porque nos va a brindar nuevas capacidades que son muy requeridas a nivel internacional, ya sea por el área de medicina, con la producción de radioisótopos, y las facilidades para la producción de silicio, el testeo de materiales y el avance enorme para el área de ciencia y tecnología en lo que es el uso de neutrones”, destacó la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Adriana Serquis.
De igual manera, el gerente del Área Nuclear de INVAP, Felipe Albornoz, señaló que “la culminación de la fabricación del tanque reflector del RA 10 es un hito importante por distintas razones. Por supuesto, tiene que ver con lo técnico: poder terminar un componente que es el corazón del reactor del RA 10, junto con el núcleo del reactor. Todo el resto de la instalación se construye alrededor de estos componentes y poder imaginarlo, diseñarlo y luego fabricarlo en nuestro país, con nuestra gente en Bariloche, es un motivo de orgullo. Y es un motivo de celebración también porque CNEA con sus 70 años de historia nuclear e INVAP con sus casi 50 años pueden seguir aportando este tipo de desarrollos para hacer un país mejor”.
Con un peso de 2.540 kg. y su envuelta de 2 metros de diámetro y 1,4 metros de alto, el tanque reflector es un componente clave que se ubicará en el interior de la pileta del reactor y que alojará los dispositivos necesarios para el desarrollo de todas las aplicaciones previstas en la instalación.
Por las características del material utilizado, compuesto en su mayoría por aleación de zirconio (Zircaloy), las tolerancias dimensionales y los requerimientos específicos del proceso, su fabricación implica un desafío tecnológico que lo convierte en una pieza de ingeniería única en su tipo.
Luego de 32 meses de proceso de construcción, su instalación permitirá el inicio del montaje de los internos de la pileta del reactor. Completada esa etapa, se procederá al llenado de la pileta para completar los ensayos preoperacionales e iniciar la puesta en marcha.
“El proyecto se está acercando a su etapa final. El tanque de reflector, es el componente más complejo del reactor y a la vez crítico para que se puedan desarrollar todas sus aplicaciones”, sostiene el gerente del proyecto Ing. Nuclear Herman Blaumann, impulsor del RA-10.
Durante esta semana y en el marco de este nuevo objetivo alcanzado, se llevaron a cabo jornadas de visitas internas para dar a conocer el tanque del reactor, junto a charlas técnicas, brindadas por referentes e ingenieros de ambas instituciones, en base a todo el proceso que requirió tanto el diseño como la construcción del mismo.
El tanque reflector fue uno de los primeros componentes definidos en base al análisis sistemático de los requerimientos establecidos por los futuros usuarios del reactor y sus implicancias en cuanto a volúmenes, flujo neutrónico y condiciones de operación. También implicó el diseño del programa de vigilancia del componente y el modo de regulación de potencia de la loop de irradiación de barras combustibles.
El Reactor RA-10 una vez finalizado producirá radioisótopos para el país y el mundo, y se espera que esté en operación en 2026. Además, permitirá desarrollar avanzadas técnicas de investigación útiles en los campos de las ciencias básicas, la salud y la industria.
“La gente joven del plantel que se está formando será el futuro para este reactor. Para nosotros es un gran aliciente, tanto por haber logrado la transferencia de conocimiento hacia las nuevas generaciones, como también por haber creado un gran equipo, comprometido y capacitado para hacerse cargo de la instalación”, destaca Blaumann.
Sobre el Reactor Multipropósito RA-10
La CNEA lleva adelante el Proyecto RA-10, el cual incluye el diseño, construcción, montaje y puesta en marcha de un reactor nuclear multipropósito que tiene como fin la provisión de radioisótopos de uso médico e industrial y también brindar capacidades de clase mundial para la aplicación de técnicas nucleares a la investigación científica y tecnológica.
Una vez que esté funcionando, el RA-10 asegurará el abastecimiento de radioisótopos para uso médico a nivel nacional y tendrá capacidad para exportar al mercado mundial. Esto generará un impacto estratégico para nuestro país en áreas de salud, ciencia, industria, investigación aplicada, desarrollo tecnológico y servicios.