
Ambiente
Alrededor de 20 especies endémicas están en peligro de extinción en Misiones
Las especies endémicas se encuentran exclusivamente en un área y no en otra parte del mundo, como es el caso de la menta campera y el caracol de Apipé.
Por su rica biodiversidad, la tierra colorada es una provincia muy elegida por profesionales de Biología para investigar, restaurar y recuperar ejemplares de distintas especies. Si bien en un primer momento el eje central de la profesión era investigar a fines de intentar comprender y explicar los procesos propios de la naturaleza, en el último tiempo su rol se volvió más integral al apuntar hacia la conciliación entre el hombre y la naturaleza. Este cambio se debe, entre otras cosas, a la búsqueda por conservar y recuperar especies que actualmente se encuentran en peligro de extinción.
“El perfil del biólogo ha cambiado mucho a lo largo de los años. Tradicionalmente se dedicaba a la investigación. Era como su primer eje central: investigación tanto de flora, de fauna, de cualquier proceso biológico o ecológico que ocurriera en la naturaleza. Tratar de entender la naturaleza y de explicarlo”, indicó el Biólogo, Jerónimo Torresín, quien reside desde hace 20 años en la provincia y trabaja en distintos proyectos de la fundación Temaiken.
Además de concientizar sobre la conservación, su rol es entender al hombre como parte del ecosistema tan particular que debe cuidar. “Tenemos que estar involucrados. No es conservar con el hombre de un lado, y los bichitos y las plantas solamente encerradas en un área protegida, sino vivir en armonía en un territorio que es dinámico, como también son dinámicos los animales, las plantas y nosotros mismos”, subrayó.
En peligro de extinción
Pese a vivir en una provincia muy rica en biodiversidad, hay algunas especies que se encuentran en peligro de extinción, como la menta campera y el caracol de Apipé. “Hay una mentita que crece solamente en unos pastizales muy particulares en la zona de San Ignacio, le dicen mentita campera. Es una especie utilizada como complemento para el mate, para el tereré, como una infusión y de aprovechamiento de las raíces para algunas cuestiones más intestinales, como para sacar los parásitos. Se llama Edeoma teyucuarensis y el nombre lo dice todo, del Teyú Cuaré. Es de esa zona específica y tiene una fragancia súper particular como menta, con una mezcla de limón”, definió Torresín.
Sin embargo, recalcó que esa especie se encuentra en ambientes muy frágiles, por lo que está bajo amenaza. “Solo quedan dos ejemplares que, si se mueren, se extingue la planta porque es un endemismo, solo vive en esos pastizales en todo el mundo. Es una especie única en Misiones y estamos trabajando para tratar que no se extinga”, dijo. Sobre ese punto, destacó que se apunta a la restauración y la recuperación de viveros para intentar evitar su extinción. “Hemos plantado, hace unos meses, el primer ensayo de 50 mentitas para ver si prosperan y empezar a recuperar poblaciones”, agregó.
Asimismo, consideró que su peligro de extinción se debe a varias razones. “Probablemente el ambiente es muy frágil y esos predios fueron destinados a actividades no compatibles o no planificadas en esos territorios, como rallys y otras cuestiones. Eso generó mucho disturbio en el área e, inclusive, esos disturbios después se han aprovechado por otras especies exóticas, que están un poco asfixiando a nuestras plantas endémicas”, analizó.
En el mismo sentido, el profesional advirtió que el caracol de Apipé, conocido científicamente como Heleobia apipensis, también se encuentra en peligro de extinción. “Es un caracolito de los rápidos, una especie que se encontraba en los desaparecidos rápidos, más de la zona de las Islas Apipé. Previo al aumento de la cota de la represa (Yacyretá) vivía solamente en esos rápidos y, con el aumento de la cota, las poblaciones desaparecieron por completo”, explicó.
No obstante, resaltó que hubo un trabajo grupal por parte de la Universidad Nacional de Misiones en pos de conservar los pocos ejemplares que subsistieron. “Quedan algunas poblaciones pequeñas en lo que es la provincia, una a la altura de San Ignacio y otra por Candelaria, y algunas del embalse para abajo, represa abajo en Corrientes, cercano a las Islas Apipé”, precisó.
A su vez, hizo hincapié en que una veintena de plantas endémicas de la provincia están en peligro crítico. “Como la mentita hay por lo menos unas 50 especies endémicas en Misiones. No viven en la provincia como único lugar, sino en toda Argentina y todo el mundo. Las plantas endémicas son especies que debemos valorar y cuidar, ya que la mayoría de ellas están amenazadas”, aseguró.
“En cuanto a fauna, también hay un montón de especies en peligro. El yaguareté es la bandera que todos conocemos, pero por nombrar a sus parientes más cercanos están todos los gatos manchados, como el tirica, el margay y el onza u ocelote. Todos ellos tienen una categoría de amenaza en nuestra selva”, profundizó. “Hay varias aves, algunos reptiles y los monos aulladores, por ejemplo, sobre todo el rojo, que es el más raro y en nuestra provincia tiene una categoría realmente amenaza”, amplió.
Teniendo en cuenta que la tierra colorada es una tierra muy elegida por biólogos y biólogas debido a su gran biodiversidad, que permite la investigación de distintas especies y la concientización de las mismas, Torresín mencionó que la profesión puede estudiarse, bajo distintos títulos, en La Plata, Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes y Córdoba.
Fuente: elterritorio.com.ar