Naturaleza

Arbolado Urbano

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Todo el sistema natural está regido por los árboles, sin ellos no existiría vida en el Planeta. Ellos son los únicos que pueden transformar la energía lumínica en química. Son los productores que inician toda la actividad.

Esa virtud se debe a la clorofila, que actúa como un catalizador de la luz solar construyendo, a partir de agua y dióxido de carbono, glucosa y oxígeno que libera a la atmósfera, lo que lo constituye en un pulmón planetario. El agua se libera en forma de microgotas, siendo un equilibrador natural del agua del suelo con la de la atmósfera. (Teoría cohesotensotranspiratoria)

Habiendo mencionado las virtudes de los árboles, trataremos el tema de hoy: cómo cuidar y preservar el arbolado urbano de ciudad, recordando que –aunque casi nunca lo apreciemos- convive con nosotros. A continuación, sólo algunas ideas para tener en cuenta.

Al momento de forestar:

1) Hacer un pozo del tamaño de las raíces del árbol. La unión del tallo y la raíz deben quedar al ras del suelo.

2) Colocar siempre una estaca o tutor al costado, clavándolo firmemente.

3) Evitar que quede aire al taparlo con tierra y recortar ramas deterioradas.

Aplastar con el pie o algún otro elemento con el propósito de compactar la tierra, hacerlo en forma suave.

4) Atar con un lazo al tutor, la idea es brindarle un buen sostén para que no se mueva.

5) Regarlo en forma abundante en el centro del tallo para que penetre hasta el fondo de la raíz, no olvidar de hacerlo de forma diaria, y controlarlo del ataque de insectos y animales.

Otras buenas sugerencias:

-Colocar especies acordes al lugar físico por el espacio de veredas y paseos, como así también el clima al cual se expone.

-Evitar podarlo en forma sistemática, no es necesario para su vida y desarrollo (esta quizás es la recomendación más importante). Sólo hacerlo en forma selectiva, quitando las ramas molestas o enfermas.

-Siempre respetar su cazuela de absorción, ya que por ahí penetra el agua de lluvia o riego. Su medida mínima es de 1mt x 1mt.

-No clavar carteles o pintar su corteza. Evitar dañarlos, pues nos protege y mejora nuestra calidad de vida.

Vale mencionar que es habitual la existencia de carteles de publicidad clavados en los árboles, como así también algunos otros que son atados con alambre, lo que supone un verdadero ataque, dado que el tronco se estrangula. Lo mismo ocurre con los letreros de “prohibido hacer fuego” que también se clavan en ellos.

En las campañas de forestación debemos concientizar al vecino frentista para que los cuide hasta que estén vigorosos. Así la campaña será exitosa. Si la gente no se involucra, el árbol muere y se pierde todo el trabajo realizado.

Siempre forestamos para el futuro, que empieza hoy. El árbol siempre superará nuestra existencia, muchos de los que hoy vemos y disfrutamos los plantaron nuestros antepasados. Por eso es necesario cuidarlos y respetarlos.

El proceso de crecimiento es muy lento, y al sacar un árbol estamos perdiendo un aporte de la naturaleza. Ni uno menos.

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