Energía
El viento: un recurso inagotable
Columna preparada por Horacio Neme
La energía eólica es aquella producida gracias a la acción del viento. Este último hace girar las aspas de un molino, las cuales transmiten el movimiento a una turbina que es la encargada de generar electricidad.
Es común encontrar molinos eólicos con aspas. Para hacerlo de forma rentable y lograr el máximo aprovechamiento energético se arman parques eólicos, donde se disponen grupos de molinos. Generalmente se estudia el mejor flujo del viento, para captar el caudal más estable. Algunos parques se establecen cerca de costas, dado que existen fuertes corrientes de aire en esos sitios.
La Patagonia también es un lugar propicio para el emplazamiento de este tipo de proyectos, porque los vientos son constantes, inclusive existen corredores ventosos cercanos a las planicies o fuentes de agua.
Aprovechando esta geografía y el viento disponible se usan pequeños molinos generadores de electricidad para las viviendas, mejorando así la calidad de vida de sus habitantes, puesto que permiten el funcionamiento de artefactos eléctricos en lugares alejados donde no llegan los cableados de la red. Acompaña a estos molinos el uso de baterías y acumuladores que sirven de reserva de la energía generada, para los momentos en los que el viento escasea. En el caso puntual de los parques eólicos, la energía producida es conducida por cables a centrales de distribución.
Continuando la línea de análisis, no debemos ver sólo al viento como generador de electricidad, ya que en la antigüedad el hombre lo usaba para hacer trabajos y tareas. Un ejemplo de ello es la propulsión de los barcos que navegaban el planeta usando el viento, guiándose con cartas de navegación. Las velas le permitían acercarse o alejarse de la costa, y estas maniobras hacían que el hombre dominara el viento. Esto contribuyó a la evolución de civilizaciones que tuvieron muy claro el uso del viento en beneficio propio.
Una actividad muy cercana y fácil de ver es el caso de los molinos de viento que están instalados en el campo, los cuales se usan para bombear agua para riego o para que beban los animales (las aspas del molino mueven un engranaje que traslada el movimiento al bombeo).
Es inimaginable la cantidad de aplicaciones que todavía puede generar el viento a las ciencias ambientales ya que es una energía sustentable. Los aportes de la ciencia irán descubriendo nuevas aplicaciones benéficas para la humanidad. Quizás, por qué no, en un futuro no muy lejano los parques eólicos pueden ser monitoreados y aprovechados al máximo desde un satélite…