INFLUENCIA DE LA DIGITALIZACION EN EL ESTADO

En los proyectos GovTech del CEDyAT se encuentra contemplado un componente especial habilitante de una función pública digitalizada. Eso requiere de una acción participativa en programas especiales con prioridades claras y logros medibles. Los resultados alcanzados simplifican los trámites, liberan edificios llenos de expedientes y recuperan la confianza en las instituciones públicas.

Por Fabián Ruocco Director Ejecutivo VinTecAr 4.0

El futuro siempre es incierto y las certezas son dudosas. Sin embargo, según las fuertes tendencia actuales tenemos la capacidad de anticipar y predecir que el futuro será digital e hiperconectado. De allí la importancia que adquiere la  formación del personal junto con las políticas de selección, promoción, remuneraciones, evaluación e incentivos es una actividad decisiva para el desarrollo de los miembros de una organización y una contribución a su mejoramiento. Además, las mayores erogaciones de las organizaciones públicas corresponden al costo de los recursos humanos. Por esos factores, la capacitación se convierte en una de las mejores inversiones para mantener e incrementar el desempeño y, por lo tanto, el de la entidad a la que pertenecen, ya sea nacional, provincial o municipal.

La post pandemia exigió adquirir compulsivamente acciones en cuestiones digitales que tensionaron el funcionamiento del Estado. Allí tomaron visibilidad nuevamente las Unidades de Vinculación Tecnológica (UVT) que, en el marco de la  ley nacional 23.877, están concebidas para detectar los cambios, identificar las necesidades que surgen de los escenarios emergentes y definir una estrategia para abordarlos de acuerdo con los objetivos institucionales, la normativa vigente y la realidad concreta de cada organización. Son entidades habilitadas por el Poder Ejecutivo Nacional a las cuales pueden recurrir las jurisdicciones cuando planifican un proyecto, dado que brindan asistencia a la formulación y a la vinculación entre instituciones de Ciencia y Tecnología y el sector privado.

Los cambios en los distintos organismos públicos y/o provincias que produjo la pandemia dejaron en evidencia, entre otras cosas, la disparidad en los procesos de incorporación tecnológica. Hoy por hoy, la transformación digital de los gobiernos, la innovación pública y el relacionamiento con los “Centros de Gestión Tecnológica” son la real posibilidad de estar a la altura de las exigencias de una ciudadanía desilusionada con el sector público. Con todo, la complejidad en la atención, monitoreo, operación y gestión digital requiere de pericia suficiente para organizar y coordinar más eficientemente a todos los actores, áreas y funciones involucradas.

Las UVTs de todo el país colaboran con soluciones innovadoras y disruptivas que han cambiado la forma de ejecutar tareas, llevar procesos y medir resultados en el ámbito estatal. Tal es el caso de CEDyAT con sus innovaciones para múltiples gobiernos. Desde el desarrollo de Smart C5 que permite la transformación en seguridad de tradicionales Centros de Monitoreo a los nuevos Centros de Comando, Control, Cómputo y Comunicaciones Inteligentes con calidad ISO internacional. Se suma el proyecto de Digitalización del Registro Civil de la provincia de Santa Fe, la asistencia tecnológica al Ministerio de Educación de la provincia de Misiones, la digitalización y capacitación de los recursos humanos del INCAA, la red de alerta temprana hidrometeorológica en el Municipio de la ciudad de La Plata, el proceso de modernización digital de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, el proyecto de campus virtual del Instituto de Capacitación Asociación del Personal Aeronáutico y la digitalización de los recibos de sueldo del personal del Ferrocarril Belgrano Cargas, entre otros.

Es evidente que en aquellos organismos en que se estimula la innovación junto con el aprendizaje permanente, en donde el desarrollo del personal es una preocupación central, la complementación con las UVTs se instrumenta como un apoyo a los procesos de fortalecimiento concreto de los objetivos institucionales. Por el contrario, allí donde se han dado experiencias negativas a la visión colaborativa o un bajo nivel de compromiso en torno al desarrollo del personal, los resultados y las quejas de la población están a la vista.

Por consiguiente, para el desenvolvimiento de las tecnologías disruptivas es muy necesario que la capacitación de funcionarios en servicio se tome en cuenta junto con las trayectorias laborales de cada agente público, lo que implica partir de las competencias preexistentes y de las experiencias previas de los participantes en otras iniciativas para hacer sinergia en el aprendizaje.

Desde el Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica se trata de potenciar a los servidores públicos, no sólo desde una perspectiva de un mejor rendimiento, sino también desde una óptica de resignificación del trabajo digno junto al desarrollo de nuevas destrezas con sensibilidad social.

En este contexto, la formación profesional es entendida como “asistencia técnica de un proceso continuo”, dirigido a proporcionar conocimientos y evolucionar en competencias destinadas a mejorar el desempeño digital y la calidad de vida en el trabajo, factores claves que permiten a una institución alcanzar sus objetivos. Por tanto, el resultado que busca este modelo de capacitación es el desarrollo real tanto de las personas como de la organización con la que se desarrolla un proyecto de actualización laboral.

De esta manera, las UVTs funcionan como esa interfase eficaz que articula conocimiento práctico y conocimiento teórico, que negocia diferencias en las prácticas, generando un valor público exponencial. Lo importante es no demorar más.