Ciencia
La CONAE y el SAC-D/AQUARIUS
El SAC-D será un observatorio para el océano, el clima y el medioambiente. Durante la presentación del SAC-D -cuarto satélite argentino- el titular de la CONAE, Conrado Varotto, expresó un resumen de la historia del plan desarrollado. Dijo que éste es un proyecto de colaboración entre la CONAE y la NASA, de los Estados Unidos. Su objetivo principal será estimar la salinidad de los mares y los océanos de todo el planeta. Se espera que para Diciembre próximo el Sac-D sea lanzado desde la base Vandenverg de los Estados Unidos
Varotto explicó en relación a los organismos que intervienen en el proyecto que “si bien los principales socios del proyecto son la CONAE y la NASA, colaboran el Centre National d´Etudes Spatiales (CNES) de Francia, la Agenzia Spaziale Italiana (ASI) de Italia, la Canadian Space Agency (CSA) de Canadá y el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) de Brasil”. Entre todos lograrán que el satélite transporte ocho instrumentos montados sobre una plataforma. El principal es el Aquarius, aportado por la NASA, que medirá la salinidad superficial del mar y humedad de suelo.
La agencia espacial de los Estados Unidos también tendrá a su cargo el lanzamiento del satélite a mediados de diciembre desde la base Vanderverg, en California. En cuanto a la CONAE, Varotto señaló que es el organismo que “desarrolló cinco de los restantes siete instru-mentos que integran la carga del satélite”. Los otros fueron aportados por Italia y Francia.
En relación a los pasos que iniciaron la historia del SAC-D, Varotto comentó que “se genera de una forma extraña, nosotros (CONAE) teníamos un plan espacial y ese plan está asentado en el concepto de ciclo de información espacial completo. Es decir, conjunto de información general del espacio que combinada con información de otros orígenes. Cuando digo otros orígenes puede ser Instituto Nacional del Agua, el INTA, Secretaría de Medioambiente, digo gente que genera datos que cuando uno los combina con los datos espaciales, ese set de información, si uno las maneja adecuadamente, le permite optimizar determinadas actividades socioeconómicas”.
Destacó Varotto que “uno de los ciclos de información que tenemos en nuestro plan espacial es el tema oceánico y dentro del tema oceánico el tema de salinidad del agua.
Entonces, la NASA, estaba llamando a un concurso de oportunidad donde justamente competían los grandes centros espaciales de la NASA asociados a los grandes centros de primera línea, asociados a empresas americanas de pri-mera línea y a universidades de EEUU. Nos metimos en esa competencia y salimos número uno”.
“Estos son temas que a veces uno no tiene presente” recordó Varotto y señaló que “a raíz de eso fue que vino al país el administrador de la NASA y el canciller argentino firmó ese acuerdo por la misión SAC-D Acuarius”.
Con orgullo subrayó Varotto que “en esa oportunidad el embajador norteamericano dijo que esta era la cooperación más importante en la historia de los dos países”.
El equipo necesario
Reconoció Varotto que “cuando uno encara un proyecto de este tipo no alcanza con poner un instrumento solo, uno debe armar en lo posible un observatorio para aprovechar no sólo la medición principal, sino además, un cúmulo de otras cosas.
Fue entonces cuando aparecieron nuestros clásicos socios. Cuando digo esto me refiero a Canadá, con quienes tenemos un montón de cosas en conjunto. Vinieron sus especialistas forestales y se refirieron a la temperatura, a la medición del infrarrojo térmico y así apareció la cámara Nitz. Con Italia, con quien tenemos una cooperación fabulosa en otro proyecto, el Sistema Italoargentino de satélite para la gestión de emer-gencia, de las cuales son 6 satélites radar, tres ya están en órbita y los otros tres en los próximos tres años. Estos ya están generando un montón de información. Por lo tanto ellos no podían estar afuera de esta misión. No sólo aparecen en la misión sino que lo hacen aportando componentes muy importantes del propio satélite.
Con Francia tenemos mucha cooperación, evidentemente Argentina fue pionero en el área de epidemiología panorámica, o sea el uso de la información espacial para cuestiones de salud y el Nes de Francia fue el otro pionero. Estamos trabajando en esto desde hace mucho tiempo. Ellos estaban interesados en la producción de la información de la misión satelital y al mismo tiempo queríamos darle continuidad a algunos ins-trumentos de una misión anterior del SAC-C que está actualmente en órbita. Brasil es un socio histórico de la Argentina en todas las cuestiones espaciales y estamos asociados con ellos. Primero irá el satélite a ser probado en Brasil donde será sometido a las pruebas ambientales y de allí sale a EEUU”.
En la política espacial Argentina hay un convencimiento que impulsa el trabajo en cooperación con el resto de países en vías de desarrollo, en el plan por conformar una Agencia Espacial Regional.
Añadió Varotto al respecto que “por esto ya hay varios países que han firmado acuerdos donde se han comprometido a promoverse desde esa línea. Esto tiene que ver con el concepto que surge cuando uno mira el caso europeo, como se ha constituido toda la Unión Europea, la gran Unión Europea. Uno nunca puede olvidar que esto comienza con dos hechos científicos tecnológicos, el Euraton y la Agencia Espacial Europea. Nosotros siempre decimos con orgullo que esas dos cosas, Relaciones Exte-riores y Ciencia y Tecnología, trabajan juntas en el país”.
NASA y CONAE
Una alianza de altos beneficios para el mundo
La embajadora de los Estados Unidos, Vilma Martínez, participó con el grupo de invitados que recorrieron las instalaciones de INVAP en Bariloche para conocer los detalles finales y previos a la partida del satélite SAC-D hacia Brasil. La embajadora Martínez junto al Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, y los embajadores de Francia, Italia, Canadá y Brasil, participaron atentos de la presentación en Bariloche del satélite SAC-D-Aquarius, que será lanzado a fines de año desde los Estados Unidos.
Los representantes diplomáticos que sumaron su presencia, liderados por el canciller Jorge Taiana, tuvieron palabras de reconocimiento para con los científicos al momento de referirse al importante proyecto científico que “ayudará a entender mejor a nuestro planeta y luchar contra los desafíos del cambio climático” destacó la embajadora Martínez. También felicitó a los científicos argentinos que “se destacan por su enorme talento y capacidad”.
El Plan Espacial argentino, donde se encuadra el SAC-D Aquarius, fue aplaudido por los participantes al conocer el enorme despliegue científico y tecnológico que ha demandado y la integración internacional con la que se contó para este fin.
La etapa final se concretará cuando el satélite parta a bordo del cohete Delta II, desde la base de Vandenberg, en California, con el objetivo de observar la Tierra desde una órbita de 657 kilómetros de altitud.
“Para mí, dijo la embajadora Martínez, esto significa la gran cooperación bilateral y científica de los dos países, Estados Unidos y Argentina. Ambos países tenemos una potencia enorme en materia científica.
Lo que también me gusta de este proyecto es que no es una tarea solamente de Argentina y Estados Unidos, sino que se suman Italia, Francia, Brasil y Canadá. Mientras más países y científicos participen y aprendan a trabajar en conjunto, será mejor para todos los demás”.
Según los planes, el satélite será so-metido a pruebas de vibraciones en Brasil y en octubre partirá hacia los Estados Unidos. Uno de los principales instrumentos del satélite es el Aquarius, fue aportado por la NASA y está valuado en 200 millones de dólares. Mediante este instrumento se medirá la salinidad de los océanos.
La Embajadora Martínez aprovechó la oportunidad para destacar la importancia del proyecto multinacional, particularmente la estrecha cooperación existente entre la Argentina y los Estados Unidos en el campo de la ciencia y la tecnología. Asimismo, resaltó el talento y la capacidad de los científicos argentinos y dijo que “el trabajo conjunto de los científicos de la CONAE, INVAP y NASA ha sido un éxito.
El satélite SAC-D Aquarius es un verdadero ejemplo de cooperación internacional que aportará valiosos datos para el estudio del clima mundial. Las mediciones de humedad del suelo y la salinidad de los océanos nos permitirán conocer más en detalle nuestro planeta. Esperamos poder apoyar nuevos proyectos científicos de cooperación internacional que sin duda son para el bien de todos.” dijo la embajadora Martínez.
El valor del progreso científico
El ministro de relaciones exteriores, licenciado Jorge Taiana, reconoció que el proyecto del satélite SAC-D Aquarius, ha puesto al país en un contexto internacional de la Ciencia de primer nivel. Dijo que el SAC-D forma parte del Plan Espacial 2004-2015 que inició el país y reconoció el aporte internacional de científicos que comparte la labor con Argentina. Ante los embajadores de Estados Unidos, Italia, Francia, Brasil y Canadá, quedó expuesto el nivel de la misión espacial impulsada por el gobierno nacional en sociedad con Estados Unidos.
Esto es una satisfacción y un orgullo grande”, dijo Taina y agregó que “la CONAE, al igual que INVAP, tienen reconocimiento como instituciones importantes de la Argentina. Pero no son sólo ellas sino que aquí están trabajando una serie de instituciones del sistema científico. Por eso no hay que pensar esto como un hecho aislado. Uno ve aquí científicos argentinos trabajando en temas de punta de la ciencia mundial y en un primer nivel tecnológico. Además, cabe destacar que aquí hay grupos de científicos trabajando juntos, dentro del país y en cooperación con otros científicos de EEUU, Italia, Canadá, Francia y Brasil”.
El canciller explicó que “Vemos un desarrollo científico que tiene continuidad y no es un hecho aislado, sino parte de una política de Estado que estamos cumpliendo con el Plan Espacial 2004-2015.
Esto redunda en conocimiento y en aplicaciones prácticas que benefician la producción y el desarrollo argentino. En ese sentido este proyecto es un ejemplo y una muy buena experiencia para estar orgullosos y para imitar”.
Destacó que se trata de un plan centrado en la observación de la Tierra y que tiene como objetivo poner las herramientas del desarrollo tecnológico espacial al servicio del desarrollo socio-económico de la Argentina. “Desde aquí, agregó Taiana, se alienta un crecimiento con fines exclusivamente pacíficos, como elemento clave para nuestra política de afianzamiento de la confianza mutua entre los países.
Argentina tiene propuestas serias de trabajo con países y científicos de primer nivel y esto significa que contamos con la oportunidad de ampliar las áreas cooperación. Hay un renacimiento científico y una forma de trabajar la ciencia en equipo, en cooperación y con resultados que reviertan sobre la sociedad”, señaló.
Taiana subrayó que “el alcance de la misión trasciende el desarrollo tecnológico del satélite y sus instrumentos” porque aseguró que “sus resultados serán una contribución a los estudios del clima y el medio ambiente y estarán a disposición de la comunidad científica internacional” resaltó.
Un trabajo en equipo
Sandra Torrusio, investigadora principal de la CONAE, es bióloga, egresada de la Universidad de la Plata y en el ámbito satelital coordina el grupo interdisciplinario donde se trabaja el proyecto SAC-D Aquarius. Como articuladora de un aspecto clave del proyecto explicó las características de la misión del satélite destacando la labor interdisciplinaria que demanda un mayor aprovechamiento de la información que suministre el SAC-D
Dijo Torrusio que “son varias disciplinas las que trabajamos coordinadas porque la gente que interviene en la construcción, como los ingenieros, físicos y matemáticos, no son los que van a aplicar los datos. Los satélites son de aplicación terrestre y esta función está orientada al medioambiente, a las emergencias naturales como puede ser salud, a recursos naturales como la parte pesquera, ganadera o forestal. Ahí es donde tienen cabida biólogos, ingenieros forestales, agrónomos, botánicos, ecólogos y otros profesionales que se suman a la aplicación de la información obtenida”.
“Hay mucha responsabilidad en el medio para llegar al usuario”, destacó la bióloga, “porque todo el desarrollo tecnológico realmente se luce cuando el dato llega al usuario, tanto sea la comunidad más sencilla o el usuario mucho más elaborado, el académico y/o el científico”.
Reconoció que el plan espacial nacional apunta a áreas socio productivas que el país necesita y señaló que ese plan esta constituido por ciclos de información. Por esto con el SAC D se apunta a lograr un observatorio climático y oceanográfico. En tal sentido agregó que “la CONAE tiene, y esto es para destacar, una disposición total para que el dato esté a disposición de la comunidad. Me refiero a emergencia, aplicaciones, área de producción, el dato está disponible. Hoy tenemos, aún en órbita, un satélite que fue previsto para 5 años y ya lleva el año 10 en funciones. Me refiero al SAC-C. La estación receptora, estación terrena en Córdoba, recibe señal de 17 satélites de otras agencias internacionales. Se usan en distintas aplicaciones. Obviamente que uno piensa y quiere que esto se use más, eso es un poco nuestra función. Proponerle al usuario que lo puede usar cuánto más puede aprovechar esa información que obtenemos. Cada vez hay más estudios ambientales, cosas para proteger y monitorear y la herramienta satelital está cada vez más presente por eso”.
Al respecto de la misión que abarcará el satélite SAC-D una vez orbitado se destacan los datos de salinidad junto a otros que permitirá relevar el instrumental que lleva a bordo. Con esto se ayudará a mejorar los modelos climáticos a partir de poder vincular con mayor precisión la circulación oceánica, el ciclo del agua y el clima. También se espera que el SAC-D produzca una suerte de revolución en la predicción climática, lo que tendrá impacto concreto en diversas actividades. En la Argentina los pronósticos colaborarán en el desarrollo agropecuario al anticipar años secos, húmedos y otras variables. Otra de las funciones mencionadas fue que el SAC-D Aquarius brindará datos acerca de la humedad del suelo, los que podrán ser empleados en la producción de alertas tempranas de inundaciones, también en salud respecto a la aparición o dispersión de enfermedades.
“Hoy por hoy se va incorporando la lectura por satélite desde su propia computadora, dijo Torrusio, la idea es llevarlo al tema de manejo del recurso y conservación, al tema de emergencia en el caso de salud, estos son puntos claves donde la comunidad puede recibir de manera sencilla, directa y con una funcionalidad concreta el resultado del trabajo desarrollado”.
Embajadores de ciencia y tecnología
El ministro Lino Barañao señaló como embajadores de Ciencia y Tecnología a los científicos argentinos que recorren el mundo integrando proyectos de cooperación y desarrollo de la ciencia. Valoró además que la argentina sea un país notable y destacado en materia científica y en tecnología y dijo que el proyecto SAC-D debe significar un orgullo para todos.
El director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, el doctor Conrado Varotto, reconoció que el plan espacial es parte de una política de Estado en Argentina y esta valoración fue destacada por el propio ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
Al respecto el ministro Barañao dijo que “la construcción de este SAC-D se traduce como una profunda satisfacción para nosotros. Poder ver que Argentina puede hacer un desarrollo de este nivel, y ver el grado de integración que tiene esto en el área de Ciencia y Técnica en nuestro país es realmente un orgullo”.
El proyecto del SAC-D Aquarius se concreta con la participación de todo el sistema de Ciencia y Tecnología del país y este plan espacial (2004-2015) está diseñado para que la información que genere cumpla objetivos sociales y econó-micos. La información que brinde el satélite SAC-D, una vez puesto en órbita, estará cubriendo aspectos como los que refieren a la epidemiología panorámica en la parte de salud o la prevención de inundaciones en materia ambiental y climatológica entre otros.
Respecto a los aportes que se suman en el campo de la ciencia y la tecnología con el proyecto SAC-D Aquarius, Barañao consideró numerosos resultados favorables. Dijo al respecto que “ver como interactúan con entidades del nivel de agencias espaciales de EEUU, es uno de los procesos más ambiciosos que se han encarado y que cumple con una cantidad de condiciones inéditas en cuanto a esa operación, la claridad de objetivos y la posibilidad de lograr beneficios directos para la población en cuanto al área de epidemiología panorámica que permite prever este tipo de situaciones.Es para destacar que esto permite colocar a nuestro país entre los actores a nivel mundial en la alta tecnología”, resaltó.
En cuanto a plantear el proyecto en un escenario internacional donde el país se ubica como actor concreto, el ministro Barañao completó su opinión explicando que “ponemos un énfasis muy grande en la cooperación internacional porque este proyecto así lo impone”. Además agregó al respecto que “Argentina es el país que lidera en eficiencia la participación de grupos de la Unión Europea, la cooperación Argentina-Brasil es la más importante a nivel global. No hay otros dos países que colaboren científicamente tanto en materia científica y tecnológica. Esto permite justamente elevar el nivel de la Ciencia del país y además permite que los científicos argentinos sean percibidos por su calidad a nivel internacional. El beneficio va más allá de la percepción científica, se extiende en cada investigador que viaja a otro país el que es considerado un embajador de lujo de la Argentina”, finalizó Barañao.
‘[ad#OpenX]’