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Una manta extraordinaria
Un grupo de investigación de Exactas UBA desarrolló una manta de características únicas para proteger el suelo de los derrames que se producen en los yacimientos petrolíferos. Está fabricada con materias primas naturales, es reutilizable e impide la propagación de las llamas en caso de incendio. Fue patentada y, también, certificada por los organismos de control correspondientes. Está lista para ser comercializada.
No hay nada parecido a lo que nosotros hicimos. Lo que hicimos no existe en ningún otro lugar del mundo”, subraya Silvia Goyanes, profesora del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora del CONICET.
La científica se refiere a un nuevo desarrollo efectuado en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos, que ella dirige. Se trata de una manta que tiene la capacidad de absorber sustancias aceitosas, como los hidrocarburos. Pero esto no es lo novedoso: las mantas oleofílicas -así se las llama- existen desde hace mucho tiempo, porque la normativa ambiental obliga a colocarlas alrededor de los pozos petrolíferos para proteger al suelo de los derrames de crudo. De hecho, actualmente el mercado ofrece mantas que se diferencian entre sí por el tipo de relleno absorbente que contienen (puede ser cáscara de maní o turba).
“Nosotros desarrollamos un material de relleno que está constituido por una combinación de polímeros fabricados a partir de productos naturales y residuos de la agroindustria”, anuncia Goyanes. “Ese relleno le otorga a nuestra manta características únicas”, resalta.
La combinación de polímeros que constituyen el relleno de la BIOmanta es lo que le brinda sus principales virtudes.
La originalidad del producto fue protegida con una patente que está a nombre de la Universidad de Buenos Aires, del CONICET y de la empresa Emerald Energy, que es la que producirá y comercializará las mantas.
“La empresa se acercó a nuestro laboratorio a partir de la lectura de un trabajo que habíamos publicado en 2019 en la revista Petrotecnia. Ellos estaban interesados en que desarrolláramos las mantas que describíamos en aquel artículo”, recuerda la investigadora. “Pero, cuando vinieron a vernos, les propusimos hacer esta manta, que es completamente distinta a la que proponíamos en 2019 porque es muchísimo mejor desde todo punto de vista. Sobre todo, desde el punto de vista ambiental”.
La llamaron “BIOmanta”, porque está construida con materias primas renovables de origen natural.
Nuevo Biorelleno
La combinación de polímeros que constituyen el relleno de la BIOmanta es lo que le brinda sus principales virtudes. “Absorbe más de 16 veces su peso en hidrocarburos, lo mismo o más que las mantas que están en el mercado”, consigna Goyanes.
Una de las características más importantes de la BIOmanta es su respuesta frente a la posibilidad de un incendio en el yacimiento.
Una de las características más novedosas del producto es que su relleno tiene forma de paño (NdR: se ve como el relleno de guata de las camperas), a diferencia de la turba o de la cáscara de maní que están insertas en las mantas tradicionales en forma de polvo.
“Al no tener la forma de un polvo sino la de un paño continuo, en caso de corte o rotura de la funda el relleno de nuestra manta no migra fuera de la funda. El polvo, en cambio, puede ‘salirse’ de la funda y contaminar el suelo con el hidrocarburo que tenga absorbido”.
El relleno en forma de paño de la BIOmanta posibilita que la funda tenga una superficie plana, sin costuras. En cambio, el relleno en polvo de las mantas tradicionales obliga a coser la funda con costuras longitudinales que forman “canelones” que contienen el absorbente particulado. Esto es importante para los trabajadores del yacimiento: “Arriba de las mantas se camina. Por lo tanto, que la superficie sea plana determina que el tránsito sea más cómodo y, sobre todo, más seguro”.
Que el relleno no sea un polvo le otorga una ventaja adicional a la BIOmanta: “Nuestro producto brinda la posibilidad de cortar las partes del relleno que no se contaminaron y reutilizarlas”.
La BIOmanta es mucho más liviana que las que ofrece el mercado y, además, es enrollable, lo cual reduce los costos de transporte y almacenamiento.
Además de la posibilidad de reutilización, la BIOmanta ofrece otras ventajas ambientales, relacionadas con la disposición final del producto: “El relleno de nuestro producto, a diferencia de las otras mantas, no libera gases tóxicos cuando se desecha por incineración”.
Quizás, una de las virtudes más importantes de la BIOmanta es su respuesta frente a la posibilidad de un incendio en el yacimiento. Porque en el caso de que ese evento ocurriera, la propagación de las llamas a causa de las mantas es una preocupación permanente en las áreas petroleras. “Frente a un posible incendio, nuestra manta no permite que el fuego se propague sobre su superficie, sino que lo extingue rápidamente. Por el contrario, las otras mantas propagan el fuego”. (En este video demostrativo se puede ver una prueba de ignición y propagación de la llama. Del lado izquierdo, una manta tradicional, del lado derecho, la BIOmanta).
Por si todo lo anterior fuera poco, la BIOmanta es mucho más liviana que las que ofrece el mercado y, además, es enrollable, lo cual reduce los costos de transporte y almacenamiento.
Fruto del trabajo en equipo de Federico Trupp, Matías Barella y Silvia Goyanes, el desarrollo ya cuenta con las certificaciones correspondientes aprobadas por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y por la Universidad Nacional de La Plata.
“La empresa ya produjo mantas de varios metros cuadrados. Estamos esperando la aprobación de la Secretaría de Ambiente de la provincia de Neuquén para poder empezar a comercializarlas”, completa Goyanes.
Fuente: nexciencia