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El Instituto de Nanociencias y Nanotecnología contará con un edificio propio en terrenos de la CNEA

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El Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación financiará la construcción de un edificio de 1.800 metros cuadrados en el Centro Atómico Constituyentes para ese Instituto que depende de la CNEA y el CONICET.

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus firmó junto a las presidentas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) Adriana Serquis y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Ana Franchi la aprobación del proyecto para construir un edificio dedicado al Instituto de Nanociencias y Nanotecnología en el marco del Programa “Construir Ciencia”, cuyo objetivo es fortalecer las capacidades de investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica de las instituciones del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), a través de la creación o adecuación de sus infraestructuras.

El nuevo edificio estará ubicado en el predio del Centro Atómico Constituyentes y contará con una inversión de 1.420 millones de pesos para un plazo de 24 meses.

El ministro Filmus afirmó que “desde el Programa Construir Ciencia hemos fijado prioridades en el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (CICYT), entre ellas apoyar la función de la CNEA en este instituto de doble dependencia, ya que juega un papel importante. Va a tener un conjunto de facilidades que van a poder aprovechar otras instituciones como la UTN, la UNSAM, la UBA, el INTI. Además, se destaca porque va a tener la sala limpia probablemente más grande de la Argentina con más de 600 m2, que va a permitir trabajar en nano y otras áreas críticas del desarrollo tecnológico y que se desarrolle el sector privado” como insumos para la industria nacional.

Filmus también hizo mención a la ciencia básica y su transferencia al sector privado: “Estamos en un contexto de un debate sobre privatizar la ciencia o no, y cierta ciencia básica solo la lleva adelante el Estado como hacen los países centrales. La ciencia básica sirve para el desarrollo que luego se transfiere a la industria. Quedarse solo en ciencia básica es un problema porque no tiene aplicación concreta, entonces el Estado pasa a articular con el sector público-privado”, y en este sentido, el Instituto reunirá las capacidades para responder a este esquema.

Durante el acto, la presidenta del CONICET Ana Franchi celebró la inversión en ciencia y tecnología que lleva adelante el Programa Federal “Construir Ciencia” del MINCyT y expresó: “La creación de una sala limpia y laboratorios asociados dentro del Instituto de Naciociencia y Nanotecnología que es un Instituto de doble pertenencia entre la CNEA y el CONICET y tiene una sede en Buenos Aires y otra en Bariloche, va a facilitar la cooperación con grupos de investigación del CONICET, la CNEA, el INTI, las universidades nacionales de la zona, la Fundación Argentina de Nanotecnología y el sector privado”. Y concluyó: “La nueva Sala Limpia de 600 m2 permitirá que muchos grupos de investigación desarrollen sus actividades en mejores condiciones y fortalezcan e impulsen colaboraciones interdisciplinarias en investigación básica y aplicada, y que se aproveche la inversión que se va a realizar”.

Por su parte, la presidenta de la CNEA Adriana Serquis destacó que “este convenio con el Programa Construir Ciencia nos brinda una enorme potencialidad para abrir nuevos intercambios interdisciplinarios con diferentes instituciones y dentro de la propia CNEA. Nos aporta capacidades únicas para interactuar no solo con la física, la química, la biología, sino también con todos los requerimientos que tienen áreas de la medicina o la ingeniería, por ejemplo”.

Serquis también explicó que la nanociencia y la nanotecnología “son herramientas transversales que nos permiten articular investigaciones y nuevos desarrollos tecnológicos hacia esos otros sectores y potenciar los equipos de trabajo que ya existen en la CNEA y en cada una de las instituciones con las que podremos avanzar en acciones conjuntas”.

Acerca del INN

El Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (INN), instituto de doble dependencia CNEA- CONICET está organizado en dos sedes geográficas (o nodos) en los centros atómicos Constituyentes y Bariloche y, al día de hoy, ya es una referencia nacional y regional en la actividad debido a su alta concentración de especialistas, incluyendo químicos, físicos, biólogos, biotecnólogos e ingenieros. Allí desarrollan trabajos de investigación fundamental y aplicada, desarrollos experimentales y prestan servicios y consultorías en áreas estratégicas que van desde la espacial y agropecuaria hasta salud y remediación ambiental.

Contar con un nuevo edificio de acceso común implicará no sólo en un mejor uso de los recursos, sino que también optimizará la articulación multidisciplinar de proyectos presentes y futuros a partir de la convivencia en un espacio común potenciando el trabajo colaborativo.

La sala limpia existente en el CAC tiene una superficie de 150 metros y cuenta actualmente con un promedio de 50 usuarios regulares y más de veinte proyectos en curso vinculado a la energía solar, a la industria del petróleo, al desarrollo de aplicaciones médicas (como protonterapia) y también a los sectores biotecnológico, medioambiental, de seguridad industrial y satelital, entre otros.

Un esfuerzo coordinado para sumar especialistas y tecnología

El nuevo edificio tendrá una superficie de 1.800 metros cuadrados y su construcción se suma al esfuerzo de la CNEA y el CONICET para dotar al Instituto de Nanociencias y Nanotecnología con equipamiento en los laboratorios de caracterización de propiedades físicas (magneto-transporte, difracción de rayos X y microscopía de fuerza atómica) y procesamiento de sistemas biológicos.

“Hoy en día tenemos equipamiento importante pero hace falta espacio para utilizar todas las facilidades, entrenar nuevos usuarios y desarrollar todo el potencial para el propio sector pero también para la industria”, señala la vice directora del INN Laura Steren.

A las gestiones para la adquisición de esos equipos de mediano y gran porte se suma la incorporación de personal técnico al INN-nodo Constituyentes que está constituido actualmente por noventa personas entre personal permanente y becarios, que trabajan en laboratorios asociados al Instituto en disciplinas tales como la Química, la Física, Ingeniería, Biología, Biotecnología y la Ciencia de Materiales.

“La nanociencia y la nanotecnología están presentes cada vez más en diversas actividades, así que es fundamental que podamos contar con un espacio adecuado para que se desarrollen todas las líneas de investigación y se pueda trabajar en las aplicaciones”, aseguró Laura Steren y enfatizó que “es una apuesta al crecimiento”.

 

Fuente: CNEA

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