Ciencia
MCTIP – Balance 2011
“Estamos orgullosos de los logros de esta gestión”
Tras la exitosa inauguración del Polo Científico Tecnológico en octubre pasado, el Dr. Lino Barañao -ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva- cerró el año en ese mismo sitio, presentando el balance de su gestión y adelantando sus objetivos para este nuevo ciclo.
Revista N&T estuvo presente cuando la nueva casa del conocimiento argentino se estaba estrenando, aquel 7 de octubre cuando el barrio porteño de Palermo se vistió de celeste y blanco y esperaba ansioso la llegada de la Presidenta de la Nación para la inauguración oficial. Ese día se concretaba la primera de las dos etapas de construcción, que incluyó un enorme edificio donde funcionarán la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, cuatro centros de investigación, y la renovada sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
En 2012 se espera poder finalizar el espacio destinado al Conicet, un Museo Interactivo y un Auditorio, completando una inversión de 250 millones de pesos.
El Polo Científico Tecnológico tiene como lineamiento principal la idea de instalarse como un verdadero centro de producción y divulgación de conocimiento, alzando la bandera del saber sobre el terreno del desarrollo argentino. El propio nombre del ministerio marca simbólicamente el objetivo de entremezclar la ciencia y la producción en la conducción del país. Así también lo evidencia el hecho de que Axel Kicillof; el Jefe de Gabinete, Juan Manual Abal Medina; y el propio Barañao, quien celebró esta curiosidad.
Dos meses después del acto de apertura formal, esta nueva ocasión motivó que el balance anual también se presentara en las instalaciones de las ex bodegas Giol por ser emblema de los avances conquistados desde el 2007: “En este edificio se unen por primera vez en un mismo espacio la investigación científica y la divulgación.
La divulgación es el primer retorno que tiene el ciudadano sobre lo que se invierte en ciencia y tecnología. Del repaso de los logros más importantes de su gestión, la inauguración del Polo surgió de inmediato en la lista del funcionario, quien apoyado en una pantalla gigante táctil destacó los ejes principales del período 2007-2011.
Entre ellos también se hizo mención al aumento del presupuesto destinado a esta cartera: los 1.133 millones de pesos que se dispusieron en 2008 aumentaron a 2.571 millones al finalizar su primer mandato, lo que supone un incremento de más del cien por ciento. A esto se le suman 925 millones de dólares provenientes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo previstos para el lapso 2009-2012.
El dinero fue invertido en obras de infraestructuras, apoyo a iniciativas científicas y sueldos de trabajadores de diversos centros de estudio. Siguiendo esa línea, el Dr. Lino Barañao remarcó que los salarios de los profesionales y becarios del CONICET ascendieron a 13.604 pesos y 5.365 pesos respectivamente. Además señaló con satisfacción la repatriación de 873 investigadores del organismo, que pudo concretarse gracias a los distintos incentivos que propuso el Gobierno mediante una serie de planes de reinserción laboral. Así lo explicaba el ministro: “Primero volvieron los que se habían ido en 2001 por razones económicas y políticas. Pero ahora, se está recreando el círculo virtuoso de quienes se van para hacer un post doctorado y regresan para reincorporarse al aparato productivo”.
Por otra parte, en estos cuatro años se concretaron veintiún convenios internacionales con la Unión Europea y otras regiones, y se financiaron 3005 proyectos vinculados con tecnologías de la información y comunicación, energías renovables, biotecnología, nanotecnología y salud -entre otros-, los cuales implicaron un monto de 676 millones de pesos.
Además, Barañao comparó los últimos emprendimientos en infraestructura con los desarrollos de los anteriores treinta años: “Había 130.000 metros cuadrados de demanda insatisfecha, hoy hay 60.000 metros cuadrados entre obras en marcha y licitadas”, señaló. Por otro lado, recordó la exitosa presencia que sostuvo el ministerio a su cargo en Tecnópolis, la megamuestra que ha sabido instalarse como símbolo nacional, y donde la ciencia y la tecnología fueron protagonistas indiscutidas.
El funcionario se refirió a las veinticuatro producciones que se emitieron por el canal Tecnópolis TV, a los catorce espacios que dispuso el ministerio y al gran hincapié puesto en la divulgación, a la que consideró como “el primer retorno que tiene el ciudadano sobre lo que se invierte en estos asuntos”.
Otro de los logros comentados en la jornada fue la creación del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC). Este organismo nació en el marco de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, y -según se detalla en la página oficial de la institución- tiene como misión “apoyar proyectos y actividades cuyo objetivo sea desarrollar capacidades críticas en áreas de alto impacto potencial y transferencia permanente al sector productivo”.
También hubo espacio para recordar el exitoso lanzamiento del satélite SAC-D Aquarius, que implicó un trabajo en conjunto entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la agencia estadounidense NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio), entre otras instituciones que conjuntamente participaron en el proyecto.
En cuanto a los objetivos para este nuevo ciclo que está comenzando y durará hasta el 2015 el ministro destacó el fuerte hincapié que se hará en la promoción de la migración interna de científicos, frente a la concentración que se presenta hoy en Buenos Aires fundamentalmente. En ese sentido, también señaló la ejecución del Plan Federal de Infraestructura, que tiene como aspiración la construcción de una serie de instituciones de investigación en trece provincias del país.
Asimismo, Barañao expresó su deseo de continuar con las tendencias alentadoras que completaron su primer mandato: “Nos hemos propuesto una meta anual de crecimiento del sistema científico del diez por ciento, lo que implicaría duplicar la cantidad de investigadores en unos siete años, y seguiremos con el lema de que la ciencia es un gran motor de inclusión social. Esto es un proyecto nacional, y confiamos en que estas cuestiones van a seguir siendo prioridad para el Estado. Estamos orgullosos de los logros de esta gestión”.
Así se cerraba el 2011, y un balance más que alentador. Así concluía el primer ciclo de vida de este ministerio que el Dr. Barañao pudo estrenar, y cuyos resultados demuestran el comienzo de una apuesta que hoy se redobla: el desarrollo científico y tecnológico como sinónimo de progreso nacional.