Ambiente
Actividades de control sobre una planta carnívora exótica
Las plantas carnívoras o insectívoras se encuentran bien adaptadas para vivir en suelos pobres en minerales, ya que complementan su nutrición fotosintética mediante la captura y digestión de animales pequeños, normalmente artrópodos. En este informe presentamos los resultados de las actividades de control sobre una planta carnívora exótica en un sitio de alto valor de conservación.
Por Gloria Fernández Cánepa
División Biología de la Conservación PNNH
gcanepa@apn.gob.ar
En febrero de 2018 se encontraron varios ejemplares de la planta carnívora Drosera rotundifolia en la turbera de Puerto Blest. La especie fue hallada por la guía de turismo María Fernanda Tazzín y, posteriormente identificada por Cecilia Ezcurra y Romina Vidal Russell (Departamento de Botánica del Centro Regional Universitario Bariloche), quienes se basaron en sus características morfológicas y en análisis genéticos para su determinación.
La especie hallada es una de las plantas carnívoras de distribución más amplia, encontrándose naturalmente en la mayoría de las regiones del Holártico (norte de Europa, Asia y Norteamérica), y se considera exótica para esta región.
Acciones de control sobre esta especie exótica
La turbera de Puerto Blest tiene alto valor de conservación porque es única regionalmente, localmente restringida y se ubica en un área de gran biodiversidad. Su valor también radica en su gran atractivo turístico e interés para la investigación científica. Además, las turberas en buen estado de conservación contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático, ya que almacenan carbono en su interior. También almacenan agua dulce y sustentan biodiversidad relevante.
La presencia de una especie exótica representa una amenaza para la biodiversidad de este ambiente particular. La posibilidad reproducirse vegetativamente y su abundante producción de semillas la convierten en una especie invasora potencial. Este riesgo de invasión implica una amenaza para la especie de planta carnívora nativa que crece en la turbera, Pinguicula australandina (violeta del pantano), dado que comparten una función ecológica y una estrategia de vida similares.
Por tal motivo, desde el hallazgo de la especie se activó el protocolo institucional de la Administración de Parques Nacionales (APN) de detección temprana de una especie exótica y rápida acción con vistas a su erradicación. Para garantizarla es necesario darle continuidad a las acciones de control. Por tal motivo, se ha realizado un seguimiento muy cercano de este foco, llevando a cabo ocho campañas de control entre noviembre de 2018 y marzo de 2021. En cada campaña se realizó una revisión minuciosa del sitio en búsqueda de ejemplares de D. rotundifolia, removiendo manualmente los individuos hallados y asegurando retirarlos de raíz de tal forma que no quede ningún resto en el terreno. Hasta el momento se extrajeron un total de 776 ejemplares de esta especie.
Las acciones de control se consideran exitosas, ya que se logró eliminar una gran cantidad de individuos y desde la segunda campaña se ha logrado impedir la fructificación de esta especie en este sitio. Además, no fueron hallados nuevos focos en el área circundante. No obstante, teniendo en cuenta que en la primera campaña de control se encontró un gran número de ejemplares que ya habían generado semillas y la capacidad de la especie de conformar bancos de semillas persistentes durante cinco años, será necesario continuar con las acciones de control al menos hasta el año 2023, hasta no encontrar nuevos ejemplares, para garantizar la erradicación de este foco.
¿Cómo se reproduce esta planta carnívora?
Drosera rotundifolia puede reproducirse tanto de manera asexual como sexual. La reproducción asexual o vegetativa ocurre a través del desarrollo de nuevos brotes en la superficie de las hojas, en los pecíolos y también desde raíces adventicias que producen rosetas secundarias que después se separan de la planta madre. Estos brotes pueden desarrollarse desde la primavera temprana hasta el otoño tardío, cuando hay mucha humedad de suelo y ambiente y luz solar indirecta.
También se reproduce de manera sexual por formación de semillas desde flores hermafroditas mayormente autógamas (flores que se autopolinizan). La mayoría de las flores permanecen cerradas (cleistogámicas) y sólo algunas flores se abren (casmogámicas) cuando hay mucha luz y alta temperatura (25-30°C), solamente durante 2 o 3 horas, a mitad del verano. En el Hemisferio Norte, donde es nativa, florece de junio a septiembre. En el sitio del reciente hallazgo se han observado primordios florales y flores desde mitad de diciembre hasta febrero.
Los frutos maduran 5 a 7 semanas después de la floración y cada planta es capaz de producir en promedio 424 semillas de pequeño tamaño. Las flores y los frutos pueden coexistir en el mismo tallo floral. En el Hemisferio Norte las semillas se liberan desde julio, pero mayormente en otoño.
La dispersión de las semillas es mediada por el viento (hasta 10 km), por animales o por el agua (las semillas contienen aire en su interior, lo cual les permite flotar durante días en la superficie del agua, pudiendo ser transportadas a cierta distancia). Por otro lado, pueden formar un banco de semillas persistente, permaneciendo viables en el suelo durante 1-5 años.
Durante el primer año de vida, las plantas no producen semillas. Tienen que pasar un año creciendo y pasar el invierno en forma de hibernáculo antes de reproducirse. Esta estructura de resistencia consiste en hojas enrolladas en espiral, que le permiten sobrevivir a las heladas del invierno. En la turbera de Puerto Blest, se observó el desarrollo de estas estructuras desde principios de marzo en adelante.