Entre los muchos recuerdos de infancia de Amparo González Espartero, uno destaca en particular: la casa de su abuela, rebosante de artilugios como microscopios y colorímetros y que albergaba una biblioteca científica donde aquella niña se zambullía durante horas en las obras de Charles Darwin o Albert Einstein, entre muchos otros. Todo aquello había pertenecido a su abuelo, un farmacéutico que dirigía un laboratorio cerca de Cádiz, en la costa atlántica meridional de España…
Por Daria Shumilova, Departamento de Energía Nuclear del OIEA
Al igual que la mayoría de niños, González Espartero era una científica innata: se pasaba horas investigando y experimentando, y no dejaba de hacer preguntas. Hoy, como Jefa de la Sección de Gestión del Combustible Nuclear Gastado del Departamento de Energía Nuclear del OIEA, sigue utilizando esos métodos en su trabajo, que se centra en el almacenamiento, el reprocesamiento y el reciclado del combustible nuclear gastado, el transporte de materiales nucleares y los ciclos del combustible avanzado relacionados con los reactores innovadores.
“De niña, me planteaba interrogantes como por qué el agua cambia su forma física, cómo se tiñe de rojo el cielo o por qué algunos materiales son flexibles y otros no”, comenta González Espartero. “Esta curiosidad natural fue lo que me motivó a interesarme por las ciencias en la escuela y a elegirlas como carrera, y sigue ocupando hoy en día un lugar central en mi trayectoria científica”.
El OIEA destaca las historias de científicas como González Espartero en el marco de su empeño por lograr una fuerza de trabajo más inclusiva en la que tanto mujeres como hombres puedan contribuir a los usos pacíficos de la ciencia y la tecnología nucleares, que ayudan a abordar desafíos que van desde el cambio climático y la seguridad alimentaria hasta el COVID-19. Con este fin, el OIEA ha puesto en marcha el Programa de Becas Marie Sk?odowska-Curie para animar a las mujeres a emprender ese tipo de carreras y a convertirse en líderes en la esfera de la ciencia y la tecnología nucleares.
Los inicios de la trayectoria científica de González Espartero hay que buscarlos en el hogar familiar. Si bien su madre nunca tuvo la oportunidad de ir a la universidad, alentó a sus tres hijos y a su hija a que se centraran en su educación. Su padre, Comandante del Cuerpo Militar de Sanidad y enfermero en la vida civil, heredó la devoción del abuelo de González Espartero por la ciencia y la transmitió a su hija.
González Espartero estudió química analítica en la Universidad Autónoma de Madrid. Su carrera comenzó en 1991 en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), en el seno de un equipo que prestaba apoyo a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), de España.
Durante su etapa en el CIEMAT, González Espartero participó como investigadora en proyectos europeos sobre procesos hidrometalúrgicos de reciclado de actínidos menores (elementos químicos que se acumulan en el combustible nuclear) para reactores nucleares de potencia innovadores. Esta actividad de reciclado permite reducir la radiotoxicidad y la generación de calor de los desechos nucleares que se someterán a disposición final. González Espartero ocupó puestos de liderazgo en dos de estos proyectos, en los que coordinó equipos de más de 10 instituciones europeas.
En 2011, fue designada Secretaria Científica de la Alianza por la Investigación y la Innovación Energéticas (ALINNE) de España, una iniciativa público-privada creada por el Ministerio de Ciencia e Innovación para apoyar el liderazgo internacional del país en la esfera de la innovación energética.
Mientras trabajaba en el CIEMAT, González Espartero también se doctoró en Química Analítica, después de pasar noches y fines de semana en el laboratorio realizando investigaciones.
José Antonio Gago, que durante sus años en Enresa trabajó con Gonzalez Espartero y es actualmente el Director General de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II, entidad española, describe la personalidad de la científica como “la combinación perfecta de entusiasmo juvenil, confianza en sí misma, rigor y sentido del humor”.
Durante un viaje de trabajo al Japón en 2008, González Espartero sorprendió a todo el mundo en una cena de gala al aparecer enfundada en un kimono; esa noche, terminó tocando un tambor típico japonés junto a la banda. “Siempre me ha gustado cantar y bailar porque hacen que todos tus problemas desaparezcan”, afirma Espartero González, que asiste a clases de ballet en Viena. “Hasta solía bailar en el laboratorio, pese a llevar toda la vestimenta de protección”.
Amparo González Espartero (derecha), destacada científica del OIEA, disfruta descubriendo otras culturas y costumbres. Aquí toca la percusión en una velada organizada durante una visita técnica al Japón en 2008.
En 2015, el camino de González Espartero la condujo al OIEA.
Apasionada por los viajes y por otras culturas, ha abrazado tanto el ambiente internacional del Organismo como la oportunidad de apoyar los programas nucleares nacionales. “Siempre está lista para emprender nuevos trabajos y proyectos, especialmente si suponen un desafío: nada la ha detenido jamás y tiene tiempo para todo”, señala Susana Falcón Cabrera, Presidenta de la sección de España de Women in Nuclear Global (WiN).
En el OIEA, González Espartero ha dirigido varios proyectos clave. Fue Cosecretaria Científica de la edición de 2019 de la Conferencia Internacional sobre la Gestión del Combustible Gastado y actualmente está preparando la Conferencia Internacional sobre Reactores Rápidos, que está previsto celebrar en Beijing en 2021. Además, dirige el proyecto coordinado de investigación sobre la gestión de combustible gastado severamente dañado y del corio después del accidente de Fukushima. También ha encabezado la preparación de un curso de aprendizaje electrónico del OIEA dirigido a jóvenes profesionales sobre el almacenamiento del combustible gastado, que se puso en marcha en abril de 2020.
González Espartero, que ha sido mentora de muchas profesionales, alienta a las jóvenes a que hagan carrera en el ámbito nuclear. En 2019, organizó, durante la Conferencia Anual de WiN Global celebrada en Madrid, una mesa redonda sobre los desafíos a los que se enfrenta la energía nuclear en la que participaron cinco mujeres profesionales. Sin embargo, sigue desconcertada por el hecho de que aún haya muchas menos mujeres en el ámbito de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM) que en otros campos, dado que niños y niñas suelen recibir la misma educación en la escuela.
Por desgracia, ya sea por los estereotipos o por la falta de referentes, muchas niñas acaban perdiendo el interés por hacer carrera en estos ámbitos. “Por eso es especialmente importante cultivar este espíritu de curiosidad desde una edad temprana, tal como hizo mi familia conmigo”, expresa González Espartero, que insiste en alentar a los jóvenes a que persigan sus sueños en la esfera científica y motivarlos para que den ese paso.
“Siempre predica con el ejemplo, demostrando así que el esfuerzo da resultados y que la pasión y la dedicación por tu trabajo sirven de mucho”, afirma Anastasia Lazykina, que estuvo de pasante en el OIEA bajo la supervisión de González Espartero. “Se aseguró de que se escuchara mi voz y de que pudiera expresar mi opinión y participar en las discusiones”. (OIEA)
